A alguien se le ocurrió una vez, que una rotonda podía ser un buen lugar para establecer algunas obras de arte. Bueno, si todo quedara en eso, hubiera sido una buena idea. Sin embargo, parece que en nuestro país vamos coleccionando monumentos feos. Pero son más bien rotondas espantosas.
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6El Gallo
Si quieres ver esta maravilla, tendrás que ir a Morón de la Frontera, Sevilla. Y verás lo que en la foto: un pollo sin plumaje, hecho de metal, y con cara de espanto. En realidad, esto no es una rotonda exactamente, pero no podíamos dejar de horrorizarnos con esta magnífica obra de arte.
Cada vez más, se lleva el metal, y las estructuras hechas con este material, no suelen ser demasiado afortunadas. El problema llega cuando intentan hacerse los originales. Y claro, al final acaban haciendo aberraciones de la naturaleza. Si es que no es bueno, cuando eres artista, jugar a ser dios... las cosas acaban como acaban, y este es un ejemplo de ello.
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