Hay recetas que no requieren de una gran destreza en la cocina para poder llevarse a cabo. Simplemente hacen falta un poco de interés y seguir una serie de sencillos pasos. Y no hablamos de freír un huevo frito o cosas por el estilo, sino de un plato tan exótico y llamativo como es el pollo al curry.
¿Piensas que para preparar algo así hace falta ser un gran cocinero? Nada más lejos de la realidad. En este artículo te explicamos cómo cocinar pollo al curry, y así descubrirás que es mucho más fácil de lo que parece. Sigue leyendo para descubrirlo.
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Origen hindú
Si estás leyendo este artículo, seguramente sepas que el pollo al curry es un plato que tiene sus orígenes en la India, como tantos otros preparados con este condimento como protagonista. Y si no lo sabes, para eso estamos nosotros, para contártelo. Pero aunque resulte una propuesta exótica, hoy en día el curry se ha ido volviendo cada vez más popular y frecuente en las cocinas españolas.
Por ese motivo, preparar un pollo al curry no requiere de seguir fielmente la compleja elaboración original, sino que puede llevarse a cabo de varias maneras, algunas bastante fáciles de crear.
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Cómo comprar el curry
Lo primero, como es lógico, es el propio curry. Este ya es fácil de encontrar, no solo en muchos mercados especializados en ingredientes de este tipo, sino también en supermercados diversos. Además, se vende de formas muy distintas, que, por lo general, no alteran el resultado de la receta. Lo más fácil, quizá, sea adquirirlo en polvo.
Así, en esta receta solo harán falta unas pocas cucharadas para que quede fantástica. Pero, como decimos, cualquier tipo de curry puede ser válido para acompañar al resto de los alimentos que conforman el plato.
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¿Qué hace falta para preparar rápidamente un arroz al curry?
Además del curry en sí, también hace falta contar con dos pechugas de pavo, y la correspondiente verdura con la que se quiera completar la receta. Lo que no puede faltar, de ninguna manera, son la cebolla (salvo, lógicamente, que tu estómago no la tolere), sal, pimienta y aceite de oliva.
Igualmente, hay mucha gente que usa más cosas en el pollo al curry, como frutos secos (anacardos, por ejemplo, para darle un sabor más especial), uvas pasas, arroz y cilantro.
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Diferentes maneras de preparar pollo al curry
Hoy por hoy, es difícil encontrar en España dos arroces al curry que sean iguales, a medida que la receta original hindú se va perdiendo, para adaptarse a los gustos, ingredientes y paladares de la gente de aquí. Es algo natural, lo mismo sucede en otros lugares del mundo en los que también se prepara. Y que cada vez son más numerosos, por cierto.
El arroz al curry es especialmente popular en Reino Unido, donde este tipo de preparados tienen mucho tirón desde hace muchísimo tiempo. Es algo cultural debido a su historia. Pero también en algunos países caribeños, por ejemplo, se ha ido haciendo cada vez más frecuente. Cada cual le da su propio punto.
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Pochar la cebolla
El pollo al curry empieza a prepararse como tantos otros platos: poner una cazuela al fuego, pelar la cebolla, cortarla en trocitos lo más finos posibles, mientras el fuego se va calentando, y luego echar un poco de aceite de oliva. No demasiado, con un par de cucharadas o tres suele resultar más que suficiente.
Luego se echa la cebolla al fuego y se espera a que esté pochada, sin quemarse. Añadir también un poco de sal, pero sin pasarse. Si acaso, luego le añadiremos más, así que no hay que preocuparse por quedarse corto.
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Preparar el pollo
No es la única opción, pero el pollo al curry suele prepararse con la parte de las pechugas, que es lo que más pega con el arroz y el resto de los ingredientes de su elaboración. Por eso es importante que el carnicero limpie bien las pechugas, sobre todo eliminando no solo la piel, sino también los excesos de grasa que a veces presenta esta parte del ave.
Si se adquiere una bandeja de supermercado, en cambio, pues lo mejor es fijarse uno mismo, y asegurarse de que las piezas que se usen estén lo más “limpias” posible antes de seguir adelante. Finalmente, las pechugas se cortan en trocitos, que pueden variar según el cocinero, pero que no suelen ser muy grandes ni tampoco pequeños, y se salpimientan también.
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Siguiente paso
Una vez el pollo está cortado, simplemente lo doramos en aceite. Es decir, lo marcamos un poco hasta que este quede blanco. Hay que tener en cuenta que deseamos que deje de estar crudo, pero el objetivo tampoco pasa por cocinarlo del todo. Solamente eso, marcarlo un poco, como se suele decir en el mundo de la cocina.
Se mezcla el pollo con la cebolla (y con los ingredientes que se usen, eso ya depende de los gustos de cada uno) y acto seguido se le añade el curry. Tampoco hace falta ser demasiado generoso con él. Es mejor quedarse corto que pasarse, al menos la primera vez. Lo dicho, con un par de cucharadas o tres suele ser suficiente.
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Terminar de cocinar
La receta se deja al fuego unos minutos, para que coja bien el sabor al curry, y se le puede añadir leche de coco, para darle más consistencia. Primero se deja unos minutos a fuego alto, y después este se baja para que se termine de preparar poco a poco. Lo normal es esperar unos diez minutos, pero lo mejor es observar el aspecto que va teniendo la salsa.
Para que esta no se reduzca demasiado, puede ser conveniente usar un poco de agua más o incluso leche.
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La hora del arroz
Mientras el curry termine de estar listo, lo cual tampoco suele tardar demasiado, es hora de ponerse con la cocción del arroz. Esta no tiene ningún misterio, y debe realizarse como siempre en cualquier hogar.
Simplemente se sirve como acompañamiento, puesto que la mezcla entre el arroz y el curry es lo que realmente la hace tan especial, y la convierte casi siempre en todo un éxito.
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¿Más o menos picante?
Originalmente, el pollo al curry es una receta de lo más picante. Si realmente se desea crear ese efecto, se puede añadir una guindilla al guiso, o más pimienta.
Pero en ese caso, es solo para valientes. Ya va en gustos.
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