Es difícil saber qué tiene el terror que tanto nos atrae. Bueno, puede que no a todos los apasionados a los videojuegos, pero sí a un buen número de ellos, a juzgar por las ventas que suelen tener los grandes representantes del género en consolas y ordenadores. Además, a medida que avanza la tecnología, también lo hacen las posibilidades de hacérnoslo sentir horriblemente bien que tienen las compañías a su disposición.
En este artículo vamos a repasar algunos de los videojuegos más terroríficos del mundo. ¿Te atreves a acompañarnos? Pues no pierdas detalles… ¡ni apagues la luz!
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Resident Evil 7: Biohazard
Está claro que Resident Evil es una de las series más conocidas, veteranas y exitosas de la historia de los videojuegos. Pero no está aquí por eso, sino por su capacidad por poner los pelos de punta a los jugadores. ¿Ha sido Resident Evil siempre miedo en estado puro? La respuesta es no, e incluso durante algún tiempo coqueteó más con la acción que otra cosa.
Pero Resident Evil 7, una de las últimas entregas de la saga, volvió a sus raíces y fue, muy probablemente, la entrega más aterradora de la franquicia, con un comienzo realmente sobrecogedor. Su secuela, Village, sigue sus pasos y resulta sobresaliente, pero no genera el mismo canguelo al jugarlo.
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Dead Space
Aunque ya tenga unos cuentos añitos a sus espaldas, el primer Dead Space continúa en el recuerdo de muchos jugadores, que encontraron en él una experiencia realmente angustiosa, en el mejor sentido de la palabra. Y es que el espacio puede dar miedo, y si no que se lo digan a franquicias como Alien o Doom.
A pesar de la popularidad de Dead Space, EA decidió olvidarse de ella, después de intentar orientarla más a la acción que al terror puro. Pero hay buenas noticias para sus fans: el próximo invierno se pondrá a la venta un remake del juego original.
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Silent Hill
Sería muy difícil hablar de videojuegos de terror y dejar de lado a la serie Silent Hill. Aunque no fue ni mucho menos la primera (antes ya habían salido títulos como Resident Evil o Alone in the Dark), lo cierto es que Konami revolucionó las aventuras de terror con este lanzamiento.
No solo por lo escalofriante que resultaba, sino por jugar por vez primera con la psicología del jugador, más allá de ofrecer zombis o disparos. Cuando Silent Hill llegó a PSOne, muchos experimentaron algo totalmente distinto a lo que habían jugado antes. Su segunda parte, además, resultó también brillante.
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Outlast
Sin alcanzar, ni mucho menos, el grado de innovación e influencia que algunas de las sagas anteriormente citadas, Outlast demostró qué era lo importante en un juego de terror: asustar a los jugadores. Y gracias a su oscura ambientación y buen surtido de sustos, cualquiera de sus entregas lo lograba con creces.
De esta forma, y sin poder considerarse lo que se dice una superproducción precisamente, la serie ha logrado ganarse un lugar en el corazoncito de quienes adoran las emociones fuertes.
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Clock Tower
Incluimos este lanzamiento de dieciséis bits (vio la luz en la clásica Súper Nintendo) por dos razones. La primera, porque demostraba que se podía crear una inquietante y realista sin salirse de las dos dimensiones y los píxeles. Pero sobre todo, porque Clock Tower, con su propuesta de esconderse y huir de las amenazas más que enfrentarse a ellas, ha creado más escuela de lo que mucha gente piensa. Ha influenciado a muchos lanzamientos posteriores.
Eso sí, si no te suena, será porque en su día no llegó a nuestro país, por desgracia. Tuvo secuelas en las consolas PlayStation.
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Oxide: Room 104
Otra buena demostración de que se pueden generar buenos videojuegos con atmósferas de terror cercanas a Silent Hill sin recurrir a grandes presupuestos detrás. Oxide: Room 104 es prácticamente un juego indie que, sin embargo, está cosechando unas críticas razonablemente favorables desde que se estrenara recientemente.
Al igual que sucede con otros títulos similares, apuesta en gran medida por el sigilo. Además, se ha puesto a la venta por un precio bastante ajustado.
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Doom 3
Aunque Doom siempre ha sido una franquicia orientada a la acción (de hecho se la considera uno de los principales precursores de los shooters modernos), también coqueteó con el terror. Doom 3 sorprendió a propios y a extraños por su oscuro desarrollo, cargado de sustos y escalofríos. Es más, el juego daba más miedo que otros títulos de terror puros.
Con todo, la principal motivación del lanzamiento era hacer morder el polvo a los demonios habituales.
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Project Zero
Los tiempos de PlayStation fueron una época dorada para los survival horror, probablemente por el auge de los dos grandes del género (al menos a nivel comercial): Silent Hill y Resident Evil. Pero entre las muchas propuestas que tenían las máquinas de 128 bits, destacaba Project Zero, una aterradora experiencia en la que enfrentarse a los fantasmas con una vieja cámara de fotos.
Su aceptación, eso sí, siempre ha sido mayor en Japón que en Occidente, y en su país de origen incluso cuenta con una recomendable película inspirada en ella.
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The Quarry
Otra de las grandes apuestas en cuanto a videojuegos de terror para este año. De la mano de Supermassive Games, los autores de Until Dawn y Little Hope, llega un título con una clara influencia en las películas de miedo adolescente. Se basa en secuencias de botones (QTE) y toma de decisiones, como suele ser habitual en la mayoría de títulos del estudio.
En general, se trata de un lanzamiento notable, con un cuidadísimo apartado técnico que, quizá como única pega, tenga un planteamiento bastante similar a videojuegos previos en la misma línea. Por disfrutable que resulten este tipo de propuestas, puede que vaya siendo el momento de que sus responsables se esfuercen por ofrecer experiencias más innovadoras en adelante. En cualquier caso, está logrando el aplauso de la crítica especializada y el cariño de muchos amantes del terror.
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Alone in the dark
Vale, a día de hoy habría que ser bastante cobarde para que el primer Alone in the Dark te siguiese dando miedo, debido a su vetusto aspecto. Pero en su momento marcó también un antes y un después en lo que a juegos de miedo se trataba. Su influencia sobre aventuras tan significativas como Resident Evil parece fuera de toda duda.
Por desgracia, la saga lleva bastante tiempo olvidada en la más absoluta oscuridad.
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