Debemos iniciar este artículo mencionando que la miel es el único alimento comestible para el ser humano. Que es fabricado por una de las más de 950.000 especies de insecto que existen en el mundo.
A nivel mundial, un gran número de personas consumen miel a diario, ya sea sola o como acompañante; dar sabor a lácteos y las frutas. Además de suplemento en las ensaladas y algunas galletas o pan a la hora de merendar.
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Y es que desde hace muchísimos años, la miel es una de las alternativas más saludables al azúcar refinado. Y se caracteriza por ser un producto viscoso, dulce y lleno que aporta múltiples beneficios a las personas.
No obstante, aún no se cuenta con pruebas científicas que comprueben todas sus ventajas nutricionales. Lo que si se conoce es que aproximadamente el 80% de su composición posee monosacáridos o azúcares.
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¿Es sano tomar miel cada día?
Más allá de sus contraindicaciones, la miel está conformada por potasio, calcio, magnesio y fósforo, entre otros minerales, al igual que vitaminas del grupo B y C. Asimismo, su alto nivel de azúcar aporta algo bueno al cuerpo humano: poder antiséptico y antimicrobiano.
Ahora bien, como mencionamos anteriormente, no todo lo que brilla es oro, pues la miel posee un 18% de agua y un 82% de azúcares. Que a su vez estos se dividen en glucosa y fructosa, es decir alto niveles de almíbar por lo que es necesario controlar su consumo.
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Mieles industriales
Este es un caso al que se le debe prestar mucha más atención en comparación de aquella miel natural. Puesto que, además de las sustancias que se mencionaron en el apartado anterior, contiene algunos colorantes, aditivos y compuestos aromáticos.
Al mismo tiempo sufre tratamientos de calor para que adopte una consistencia más líquida, lo que acaba con la mayoría de los antioxidantes. Vitaminas y enzimas que podrían aportar algún beneficio a sus consumidores.
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¿Miel cruda o miel procesada?
Según los expertos, es mejor escoger la miel natural antes de aquella que ha sufrido múltiples procesos de transformación. Desde que se recolecta del panal hasta que termina envasada para el consumo de la población.
Todo esto se debe a los diversos procesos a la que es expuesta el fluido dulce producido por las abejas del género Apis. Pues se deben aprovechar cada uno de los diferentes beneficios que proporciona en su estado natural.
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Peligrosa para bebés menores de un año
La Asociación Americana de Pediatría y el Instituto Nacional de la Salud en EEUU recomiendan no emplear la miel de abeja o de caña. Así como ninguno de los derivados de ambas, por el alto riesgo de que surja un botulismo.
El botulismo es una enfermedad potencialmente fatal que se presenta principalmente en bebés entre las 6 semanas y 6 meses de vida. Es preciso señalar que, de los 110 casos al año que suceden en el país, la gran mayoría se relaciona con el consumo de miel antes de cumplir el primer año.
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No es adecuada para las personas diabéticas
Desde hace tiempo, las personas tienen el conocimiento del poder endulzante e índice glucémico que contiene la miel es muchísimo mayor al del azúcar común que se encuentra en el supermercado.
Solo es recomendada ingerir, en las personas que sufren de diabetes, cuando sucede una hipoglucemia. Consiste en una condición donde se necesita consumir rápidamente azúcares simples y de fácil absorción a fin de aumentar la glucemia en la sangre.
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No cura catarros ni enfermedades
Desde la llegada del internet y el fácil acceso que tienen las personas gracias a la innovación tecnológica, se encuentran rumores dispersos en todas las plataformas. Creencias que carecen de cualquier fundamento científico.
La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) dejó claro que no hay ninguna evidencia alguna de que un vaso de leche con miel pueda curar enfermedades respiratorias. Puesto que no se han conseguido pruebas sólidas al respecto.
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Nutrientes en poca cantidad
Cerca del 0,5% y el 1% es el contenido nutricional de la miel que está conformado por sustancias como zinc, hierro, vitamina B y vitamina C. Lo que significa que cuenta con valores muy bajos comparados con otros alimentos.
Gracias a que los niveles de proporción son tan pequeños, los valores no están indicados en el envase u otra presentación. Pues los agentes correspondientes establecen como requisito mínimo el 15% de cada 100 gramos.
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Valor nutricional de la miel
Según lo establecido por la Fundación Española de la Nutrición (FEN), en cada 100 gramos de miel se obtiene 314 de kilocaloría, 0,5 gramos de proteínas y ninguna cantidad de grasas totales o colesterol.
También están 78 gramos de hidratos de carbono, 5 miligramo de calcio, 2 miligramo de magnesio, 11 miligramo se sodio, 51 miligramo de potasio y 17 miligramo de fosforo para completar el valor nutricional.
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¿Qué pasa con los cereales con miel?
Ya hemos dicho que la miel puede ocasionar botulismo en niños con edad comprendida entre las 6 semanas y los 6 meses, pero durante dicho periodo se tiende darle cereales que contienen el fluido dulce y viscoso.
Lo bueno del caso es que los padres pueden estar tranquilos, los cereales son tratados a altas temperaturas, generando que las esporas potencialmente causantes de la enfermedad tiendan a destruirse. Hay que acotar que no se trata de un alimento imprescindible en la dieta de los bebés, por tanto es recomendable que se pueda esperar hasta que cumplan un año u optar por comprar otro tipo de cereal.
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¿Cómo mantener en perfecto estado la miel?
La miel es un alimento que nunca se daña pero que si pierde parte de sus propiedades, como el aroma, sabor y textura, si no se almacena de la forma adecuada. Inclusive, cuando se conserva en envases adecuados va más allá de lo que indica la fecha de consumo preferente o de caducidad.
La mejor opción es guardar en botes herméticos bajo una temperatura ambiente y en un lugar donde no esté en contacto directo con la luz solar. Muchos expertos recomiendan no dejarla en la nevera.
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