Sí, es la alegría de tu vida, pero a veces sientes que no vales para ello. Mira estas imágenes, y te darás cuenta de que en el fondo, puede que no seas tan mal padre.
Para estar bien sujeto
El padre de esta pobre criatura quería ver cómo sujetar al niño a la pared, para que así pudiera estar quieto y vigilado todo el día, mientras él hacía otras cosas, tipo bricolaje, o ver el partido de Facebook. Así que decide coger al niño, la cinta de carrocero, y el peluche del pato. La verdad es que todo apuntaba a salir mal.
Porque cuando dejas a un padre con su niño, o con su niña, lo más probable es que le falte tacto. Y colgar al niño de la pared, como si fuera un pequeño chorizo, es algo que indica que aún no estamos preparados para ser padres.