Cuando encontramos langostinos frescos y sabrosos en el mercado, es importante saber cómo cocinarlos para disfrutar de un producto de calidad. La receta de salsa marinera que compartimos y explicamos a continuación resulta sencilla, económica y rápida. No exige ser un cocinillas para bordarla si se siguen las recomendaciones aquí explicitadas.
La salsa marinera (marinara en la versión italiana) es la verdadera reina de las salsas, con ella puedes crear increíbles recetas con diferentes ingredientes. A veces solamente tienes 5 minutos para preparar un aperitivo o una deliciosa receta de marisco. Y otras veces tienes 15 o 20 minutos para preparar tu comida. Es bueno saber que hay recetas que están listas en tan únicamente 10 minutos.
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Los langostinos, un manjar al alcance de la mayoría
Los langostinos son un tipo de marisco, son crustáceos de la familia de los decápodos. En su hábitat natural, viven en el mar, pero en cautividad pueden encontrarse en zonas costeras y en agua dulce. Las condiciones ambientales son muy importantes para garantizar la calidad de un langostino fresco para que aporte a la mesa un excelente sabor y una gran flexibilidad.
Por si no lo sabías, los langostinos son una buena fuente de proteínas, minerales y vitaminas que ayudan a proporcionar energía, reforzar el sistema inmunitario y mantener la piel sana. Además, contienen importantes antioxidantes que combaten los radicales libres que provocan el envejecimiento a nivel celular. ¿Quieres saber cómo hacer una salsa marinera que potencie su sabor y no le haga perder nutrientes? Sigue leyendo.
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La salsa marinera, versátil para mariscos y pescados
La salsa marinera, también conocida como salsa napolitana, es una salsa espesa para la pasta a base de tomate originaria de Nápoles. Existen muchas variantes, pero la puttanesca se refiere a una salsa marinera que incorpora alcaparras, anchoas y aceitunas.
Si quieres preparar un plato clásico de la gastronomía y un clásico del recetario de moluscos y pescados en menos de 10 minutos, la salsa marinera es la receta para ti. Con esta fácil receta, aprenderás a hacer una deliciosa salsa marinara en casa. Dedicando unos minutos a la cocina, conseguirás un sabor mucho mejor que si utilizas productos comerciales.
Ingredientes para bordar una salsa marinera para acompañar los langostinos
La salsa marinera casera es la mejor. Imagina tus deliciosas albóndigas, pasta y pizzas sin ella. Hacer marinara en casa no es tan difícil como crees, y hay varios consejos que se deben seguir para completar este proceso con buenos resultados. Sigue leyendo y descubre cómo hacer esta salsa estilo napolitano ultra sabrosa – casera.
Lista de los elementos y cantidades que vas a necesitar:
- 12 langostinos de calidad, frescos.
- 2 dientes de ajos
- 1 pizca de perejil picado: mejor si es fresco
- 1 cucharada sopera de harina
- 1 cucharada postre de pimentón dulce o picante, según el aguante del estómago de los comensales.
- 2 cucharadas soperas de tomate frito, y si puede ser casero, mejor
- 150 mililitros de vino blanco (importante, que sea blanco).
- 150 mililitros de caldo de pescado
- 1 pizca de sal
- 1 chorro de aceite de oliva virgen.
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Primeros pasos para hacer la receta de salsa marinera casera para langostinos
Primero, pica el ajo muy pequeño. A continuación, pon una sartén al fuego con un chorrito de aceite de oliva a fuego medio, y añade los ajos picados. Ten cuidado de no quemarlos, ya que da muy mal sabor.
Cuando los ajos empiecen a tomar color, añade la media cucharadita de pimentón y el tomate frito. Remover y mezclar todo durante unos cinco minutos hasta que todos los ingredientes estén bien combinados.
Otro consejo: aquí se puede poner un poco de pimentón picante o una cayena junto con el ajo, así se le dará un toque picante a la salsa. Por ejemplo, si te gustan las salsas muy picantes, añade dos cucharaditas de cayena en lugar de una de pimentón. Solamente recuerda que si utilizas pimentón picante o pimienta de cayena debes tener cuidado de no dejarlo reposar demasiado tiempo en la sartén o se quemará y dará un sabor desagradable.
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Espesar la salsa, el punto crítico que determina si está en su punto
Una vez que todo se haya mezclado en la sartén, añade una cucharada de harina para espesar la salsa. Deja que se cocine durante un minuto y mézclalo bien antes de servirlo para que todo esté bien mezclado y la salsa marinera tenga buen sabor.
Añade el vino blanco y déjalo hervir unos minutos hasta que se evapore el alcohol. Luego añadiremos el vaso de caldo, lo removeremos y lo dejaremos cocer hasta que la salsa empiece a tomar forma. En este punto, añadiremos un poco de sal, ¡únicamente un poco!
Si está demasiado espesa, basta con añadir más caldo. Por otro lado, si la salsa es demasiado ligera, coge un vaso y disuelve una cucharada de harina normal o de maíz en el agua o el caldo. A continuación, puedes verter esta mezcla en tu sartén con el resto de tus ingredientes. Ya solo nos queda un último paso que atañe a los langostinos (o el marisco que vayas a cocinar).
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Rematar la salsa marinera con los langostinos o el pescado: así debes hacerlo
Los langostinos pueden cocinarse con su cáscara y cabeza, o pelados. Yo suelo preferir el primer método porque es más fácil cocinarlos y están más sabrosos.
Lava los langostinos en agua corriente para eliminar cualquier impureza o suciedad que quede en el caparazón. También se pueden enjuagar con agua fría. Seca con un paño limpio o una toalla de papel.
Prepara los langostinos: cortar un poco los bigotes, salarlos y añadirlos a la salsa que has preparado. Deja que se cocine todo junto de 3 a 5 minutos, dependiendo de los langostinos, no los cocines demasiado. Probar de sal y ajustar. Añadir el perejil picado por encima y apagar. Servir inmediatamente.
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Consejos para bordar la receta
Al hacer esta salsa marinera para langostinos, recomendamos utilizar una marca de tomates enteros de alta calidad. Puede añadir un poco de romero o tomillo fresco si lo tiene a mano. Asegúrese de cocinar la salsa un poco más si prefiere una consistencia más fina, y luego deje que la salsa se enfríe completamente en el refrigerador antes de transferirla a recipientes herméticos para congelarla.
Si quieres darle más sabor a la salsa, añade más copos de chile; si tienes romero o tomillo fresco, añade un poco. Puedes hacer la salsa tan espesa o fina como quieras, pero deja que se enfríe por completo antes de meterla en el frigorífico -está bien ahí durante unos días-.
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Otras salsas para langostinos
La mayonesa es una de las salsas más comunes para el marisco, pero hay otras salsas que también van bien con el marisco. La salsa al whisky dará al pescado un sabor muy jugoso. Para hacer esta salsa al whisky, empieza por pelar las gambas. En una sartén, saltea las cáscaras y las cabezas del marisco con un poco de aceite de oliva y sal. Soltarán su jugo, por lo que hay que presionarlas para que lo expulsen. Cuela el jugo y resérvalo.
Mientras esperas a que las conchas y las cabezas suelten su jugo, pica todas las verduras en juliana. Cuando estén pochadas, añade el whisky, el zumo y el pimentón. Cuando el alcohol se haya evaporado, tritúralo con una batidora o una batidora de inmersión. Ahora se añade la nata, se salpimenta y se deja reducir durante 10 minutos.
Los langostinos son un marisco disponible en muchas preparaciones, no solo con la salsa marinera que te hemos explicado. Podemos hervirlos, hacerlos a la plancha, hornearlos, comerlos crudos en tartar o carpaccio o fritos.
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Langostinos cocinados en el horno
Esta es una receta muy sencilla, pero también deliciosa y llena de sabor. Y no te preocupes, en realidad no es nada difícil; tendrás tiempo de sobra para hacerla, ya que ni siquiera tendrás que usar la estufa. No lo olvides. Puedes utilizar esta técnica con gambas en lugar de langostinos.
Hornear gambas o langostinos puede sonar un poco extraño para los no iniciados, pero en realidad es lo más fácil del mundo. La técnica es similar a la de la parrilla: simplemente se cocinan en una bandeja de horno o en una rejilla plana, con tomillo y ajo por debajo y por encima. Deberían tardar únicamente 10 minutos si están recién sacadas de la cáscara, y más si se han cocinado previamente.
A menudo hago una gran tanda de langostinos (con o sin salsa de cóctel) y los como fríos con ensalada, por lo que son muy útiles. Merece la pena conseguir los langostinos más frescos que puedas porque tienen un mejor sabor. Y no, no es necesaria la salsa marinera para sacar el máximo al marisco.
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Langostinos empanados o a la gabardina
Los langostinos rebozados crujientes son muy fáciles de hacer, y un gran complemento para cualquier comida.
Para rebozar las gambas, primero hay que mezclar con un tenedor todos los ingredientes en un bol grande. Mezclar en un bol las harinas espolvoreadas, la sal y la pimienta. Batir la yema de huevo con el agua en un bol aparte. Verter poco a poco en la mezcla de harina. Batir hasta que esté suave y bien mezclado.
Para obtener una masa con más volumen, añada una taza de agua con gas fría, como la soda, en lugar de una taza de agua. Saltear las gambas en una sartén con aceite durante unos cinco minutos o hasta que se doren. Vierta una salsa de su elección sobre los langostinos y sirva.
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