Jóvenes extutelados han propuesto flexibilizar la edad legal a la que deben abandonar el acogimiento y reclaman planes de intervención individualizados, según lo han expuesto en el encuentro ‘Jóvenes protagonistas del cambio’, organizado por Aldeas Infantiles SOS, en el que han participado varios jóvenes que han pasado su infancia o parte de ella en el sistema de protección, que cada año aboca a los jóvenes a una emancipación temprana, con solo 18 años y sin redes de apoyo familiares o sociales sólidas.
«Crecí en el sistema de protección y si hoy estoy aquí es porque sé de primera mano que podemos cambiar las cosas para que todos los jóvenes que pasan por la misma experiencia que pasé yo lo hagan con muchas más garantías de futuro». Así abría este viernes una de estas jóvenes, Raquel López, el acto celebrado por la ONG.
En España hay más de 49.000 niños y niñas que viven bajo una medida de protección, ya sea de acogimiento residencial o familiar. La mayoría de edad supone el cese de la misma, y aboca a estos jóvenes a un proceso de transición a la vida adulta muy diferente al del resto de sus iguales. En 2020, 5.170 jóvenes tutelados cumplieron 18 años y tuvieron que hacer frente a una emancipación temprana.
Para tratar de facilitar este proceso y adaptarlo a las necesidades reales de estos jóvenes, Aldeas Infantiles SOS lleva cinco años desarrollando el proyecto ‘Preparados para emanciparse’, cofinanciado por la Unión Europea y el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, y premiado por la Red Europea de Servicios Sociales.
La formación de los profesionales del sistema de protección y la participación de los jóvenes son los pilares en los que se apoya esta iniciativa, cuyo objetivo último es garantizar a los niños, niñas y jóvenes un sistema de protección infantil en el que los profesionales que los acompañan tengan la mejor preparación posible y cuenten con las herramientas necesarias para garantizarles un exitoso proceso de emancipación e integración en la sociedad.
En el evento han estado presentes María del Mar Líndez, adjunta a la dirección general de Aldeas Infantiles SOS; Mª Teresa Pérez, directora general del INJUVE; Carles López, presidente de la Plataforma de Infancia y los jóvenes expertos de Aldeas Infantiles SOS Raquel López, Yulieth Ossorio, Chantal Bisso y Ángel Santos, de Tenerife, Granada, Zaragoza y Madrid, respectivamente.
«El éxito del proyecto radica en considerarnos expertos de nuestro propio proceso de emancipación, permitiendo que nuestra visión esté presente en cada una de sus fases», ha afirmado por su parte Yulieth Ossorio, joven experta de Granada.
Durante los cinco años de vida de ‘Preparados para emanciparse’ se han formado grupos de jóvenes expertos de entre 16 y 27 años en las comunidades autónomas de Andalucía, Aragón, Canarias, Castilla-La Mancha, Cataluña, Galicia y Madrid. «En total, hemos participado 387 jóvenes, 51 de los cuales hemos sido coformadores», ha explicado Yulieth.
Por su parte, Chantal Bisso, joven de Zaragoza, ha sostenido que la participación de los jóvenes «no es solo importante para el proyecto en sí, sino también para ellos mismos, que adquieren nuevas aptitudes y habilidades, y para los profesionales que asisten a las formaciones». Un total de 1.214 profesionales del sistema de protección han participado en el proyecto desde 2017.
MEDIDAS CONCRETAS
Como parte del proyecto, los jóvenes también han elaborado dos documentos con medidas concretas para mejorar la salida del sistema de protección, que giran en torno a la formación, la atención a la individualidad, el apoyo institucional y la participación. Algunas de ellas son la flexibilización de la edad de salida del sistema de protección y la elaboración de planes de intervención individualizados que incluyan un profesional de referencia para cada joven entre los 16 y los 24 años.
Los jóvenes protagonistas de esta jornada han cerrado el acto recordando que la defensa de los derechos de los jóvenes en su transición a la independencia es responsabilidad de la sociedad «como individuos comprometidos» y han reclamado la implicación de todos los actores involucrados en el cuidado a la infancia.
«Solo así podremos dar continuidad a este proyecto y lograr que la próxima generación de niños, niñas y jóvenes en acogida pueda disfrutar de las mejores condiciones posibles para crecer, desarrollarse y tener una vida feliz», han concluido.
