El tomate frito es una de las preparaciones más básicas de la cocina mundial y es la base perfecta para cualquier tipo de salsas y preparaciones de diferente tipo. Con tan solo adaptar algunos ingredientes a un par de ellos de lo más básicos, es posible darle a vuelta y cambiar para siempre la cara de un platillo.
Acompáñame a conocer la más básica receta de tomate frito que puedes hacer en casa con solamente dos ingredientes y descubre cómo es posible adaptarla a la mayoría de tus platos.
El tomate frito, tan versátil como sabroso
El tomate frito es una de las preparaciones más socorridas de la cocina. Teniendo una buena cantidad preparada en casa, es posible disfrutar de un plato lleno de sabor en pocos minutos.
Bien se trate de usarlo como acompañante de carnes, huevos fritos, arroces, guisos o pastas, este básico de la cocina que pudiese considerarse como de toda la vida, es realmente joven dentro del menú gastronómico de España. Veamos un poco como el tomate, ingrediente principal de esta receta, llegó a convertirse en un infaltable de la cocina moderna.
La llegada del tomate a España: todo un acontecimiento que cambió la historia
Se pudiese pensar que asegurar que la historia gastronómica de España cambió desde la llegada del tomate a sus tierras es una exageración. No obstante, basta con dar un vistazo a como este ingrediente logró revolucionar completamente la preparación de los platos más tradicionales.
Muchos años han pasado desde que Hernán Cortes trajo desde México la primera planta de tomate, la cual era considerada una bonita planta ornamental que con el paso del tiempo llegó a convertirse en parte de los platillos más emblemáticos. Cuando su uso se extendió por toda Europa, comenzó a ser añadido a los platos más tradicionales, dando lugar al nacimiento de los que ahora son más emblemáticos. Tal es el caso de los gazpachos y salmorejos.
