Las organizaciones ambientales amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción, Greenpeace, SEO/BirdLife y WWF ha reiterado su apoyo al despliegue de las energías renovables pero reclaman al Gobierno que defina bien y con criterios socioambientales las zonas donde han de ser desplegadas con el fin de proteger a la biodiversidad y las poblaciones locales.
En un comunicado conjunto, las conocidas como el ‘G5 ambiental’ reclaman a los poderes públicos y económicos «compromiso y contundencia» para acelerar una transición ecológica respetuosa con el medio ambiente y que beneficie a la gente.
De ese modo, demandan que la zonificación que figura en la Ley de Cambio Climático y Transición Ecológica sea vinculante y que acelere y consolide de forma urgente un sistema energético cien por cien renovable, así como un modelo económico de cero emisiones.
Así, consideran necesario que este proceso se acometa «haciendo realidad todo su potencial beneficioso para el planeta y las personas» porque la transición energética es «irrenunciable para la lucha contra el cambio climático y la protección de la biodiversidad» y, además, puede ser un eje vertebrador para alcanzar mayor prosperidad tanto en las zonas rurales como en las ciudades.
En este sentido, manifiestan su preocupación y muestran su apoyo a los territorios afectados por un despliegue renovable desordenado, excesivamente centralizado, escasamente participado y que, en demasiadas ocasiones, supone impactos negativos sobre la naturaleza.
En su opinión, la zonificación no vinculante puesta en marcha por el Gobierno, la introducción de la figura de comunidades energéticas locales son «tímidas herramientas» que «no están alejando los grandes proyectos de zonas de alto impacto ambiental, ni han incentivado una participación efectiva de la ciudadanía en la transición energética».
Por ello, reclaman que las planificaciones energéticas estén vinculadas a cada comunidad y ciudad autónoma y que se realicen basándose en las necesidades energéticas reales así como en criterios sociales y ambientales para proteger el medio ambiente y apoyar un modelo distribuido, que fomente el autoconsumo y las comunidades energéticas.
La plataforma Aliente, de la que forman parte unas 160 organizaciones se movilizarán este sábado para demandar un desarrollo de las energías renovables respetuoso con la biodiversidad y justo para los territorios que las acogen. Por otro lado, el G5 considera necesario un «cambio radical del mercado eléctrico» para asegurar la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, que proteja la biodiversidad y la prosperidad en el mundo rural, erradique la pobreza energética y apueste de forma decisiva y generalizada por el autoconsumo, las comunidades locales energéticas y, en general, la participación activa de la ciudadanía en la generación, almacenamiento y gestión de la demanda de energía.
Asimismo, expresan su rechazo a las «presiones de las eléctricas» ante las reformas a emprender en el mercado eléctrico, la tarifa regulada (la opción más asequible) e incluso el propio desarrollo renovable, apremian a los Gobiernos, nacional y autonómicos, y a las fuerzas parlamentarias, a adoptar y aplicar con urgencia los necesarios cambios normativos que apuntalen la transición ecológica y justa.
En cuanto a la planificación, aconsejan a las administraciones que alejen los proyectos renovables de las zonas más vulnerables por sus valores naturales y que aceleren su implantación en las ciudades, en tejados y suelos ya degradados, cerca de los principales puntos de demanda.
Estas ordenaciones deben ir acompañadas de una apuesta decidida por el ahorro energético en industrias, empresas y casas; y de herramientas que activen la participación masiva de la ciudadanía en toda la cadena de valor y de toma de decisiones relativas a la energía.