Manitas de cerdo: la receta de la abuela con la que triunfarás

Del cerdo no se desaprovecha absolutamente nada y las abuelas vaya que lo han sabido siempre. Aprovechar cada parte de la carne de este animal ha sido toda una virtud en la gastronomía mundial; y en el caso de las manitas de cerdo; bien sean en salazón, servidas como tapa o como plato completo acompañado de unos garbanzos, esta carne es verdaderamente apreciada en toda España.

Las manitas de cerdo son muy apreciadas no solo por su rico sabor; sino también por sus propiedades nutritivas las cuales las hacen ideales para el consumo de personas alérgicas al pescado u otro tipo de producto cárnico. Una vez que las pruebes y una vez que conozcas todos los beneficios aunados a su consumo no querrás sino prepararlas una y otra vez.

Las nutritivas manitas de cerdo

Manitas De Cerdo: La Receta De La Abuela Con La Que Triunfarás

La carne de cerdo es frecuentemente consumida; sin embargo en esta época moderna las recetas tradicionales que contienen a las manitas de cerdo como protagonistas comienzan a quedar cada vez más relegadas. Este alimento aparte de contener una gran cantidad de colágeno que contribuye a la salud de las articulaciones; también contiene una amplia gama de nutrientes que mantienen en óptimo estado hasta la salud emocional.

Para los niños es sumamente recomendado el consumo de manitas de cerdo; ya que estas poseen una cantidad generosa de vitamina B1 o tiamina, la cual es imprescindible para el crecimiento. Además de ser nutritivas para los niños; las manitas son ideales para todos en casa: disminuyen los niveles de estrés, contienen vitaminas del complejo B, A, E y K; y a su vez aportan minerales como el sodio, fósforo, magnesio, zinc, calcio, hierro y potasio. 

Para personas que se encuentran atravesando algún problema de salud, las manitas de cerdo son ampliamente recomendadas; así como para mujeres embarazadas o durante el periodo de lactancia.

La receta de la abuela: Las nutritivas y ricas manitas de cerdo

Manitas De Cerdo: La Receta De La Abuela Con La Que Triunfarás

Cuando damos un vistazo a los recetarios más tradicionales, nos encontramos con ingredientes que cada día han ido desapareciendo inundados en un mar de modernidad; que nos ha arrastrado a comidas rápidas de hacer que muchas veces contienen menos de la mitad de los nutrientes de otrora. No es de extrañar entonces; como las antiguas generaciones gozaban de extraordinaria salud y su expectativa de vida era mucho más longeva en comparación con la actual.

Las abuelas consentían a todos con sus completas recetas; y poca importancia le daban a tener que pasar un tiempo largo en la cocina. Para ellas lo importante era lograr crear un plato nutritivo y delicioso para cuidar a todos. Las manitas de cerdo al igual que los tradicionales caracoles en salsa, pertenecen a ese menú que con amor preparaban.

Si bien la preparación de las manitas de cerdo es un poco larga; te puedo asegurar que el resultado bien vale la pena y quedarás enamorado de su sabor.

La limpieza de las manitas de cerdo

Limpieza

Lo primero que hacen las abuelas es limpiar muy bien 6 manitas de cerdo y quemarles los pelitos que puedan tener; así mismo, para limpiarlas a profundidad suelen restregarlas muy bien con limón y sal. Al tenerlas limpias debes colocarlas en una olla junto a una rama de tomillo; 1 chorizo rebanado, 2 hojas de laurel, ½ cebolla y 2 clavitos de especia. Añade agua hasta que las cubras completamente y hierve en olla rápida por 20 minutos. Finalizada la cocción reserva dos vasos del agua utilizada y tapa las manitas para continuar a la siguiente fase.

En caso de no contar con olla rápida; hierve las manitas en una olla grande y con suficiente agua por al menos 2 horas y media. A medida que se cuezan remuévelas y retira la espuma que se forma en la superficie.

El majado y el guiso de las manitas de cerdo, la sazón de la abuela

Majado

Si algo caracteriza a los guisos de las abuelas, es esa sazón auténtica que se obtiene de combinar solo los mejore vegetales y hortalizas de la huerta. Por supuesto el buen aceite de oliva virgen extra no puede faltar; así como el vinito blanco que tanto sabor otorga añadido en un majado que potenciará el sabor del resultado final.

Mientras se ablandan las manitas de cerdo, puedes ir adelantando la preparación del guiso. Para ello vierte en una sartén grande 4 cucharadas generosas de aceite de oliva virgen extra y pon a sofreír 3 dientes de ajo previamente pelados. Cuando los dientes de ajo estén listos llévalos a un mortero para hacer un majado. Tritúralos junto a unas ramas de perejil y pimienta recién molida, finaliza vertiendo 1 copa de vino blanco y reserva el majado.

La mezcla final de sabores, la magia de una buena salsa

Manitas De Cerdo: La Receta De La Abuela Con La Que Triunfarás

En la misma sartén en la que sofreíste los dientes de ajo añade 2 cebollas medianas peladas y picadas finamente. Cuando notes que las cebollas están pochadas; selecciona 2 pimientos, lo más recomendable es que sea uno rojo y uno verde para combinar ambos sabores de manera divina. Ralla los pimientos y añádelos a las cebollas y permite que se vayan cocinando.

Los tomates a utilizar serán 2; escoge tomates grandes y maduros que añadan una buena cantidad de color y jugos a la salsa para las manitas de cerdo. Pasa por un rallador los 2 tomates y viértelos a la sartén.

Cuando los tomates estén cocidos añade las manitas de cerdo junto a los trozos de chorizo y agrega también el majado que tenías reservado. Deja que hierva para que se reduzca. En caso de querer añadir un toque picante, puedes incorporar una o dos cayenas. Una vez que el vino se haya reducido un poco; vierte los dos vasos de agua de la cocción de las manitas para que todos los sabores se integren de manera perfecta.

Transcurridos unos 20 minutos de cocción a fuego medio tendrás listas unas manitas de cerdo en salsa realmente tradicionales y sumamente deliciosas.

Disfruta de las manitas de cerdo con un arroz blanco que puedes hacer rápido y perfecto en microondas y una ensalada fresca. La combinación de sabores será fenomenal.