Son tiempos difíciles para Marc Márquez. Ya no hay olor a victorias, ni a champán, ni se ve, por el momento, que los tiempos más felices del de Cervera vuelvan pronto de donde lo dejaron sus últimas lesiones. Porque, a decir verdad, Marc Márquez está irreconocible. Ya no sólo porque su rendimiento está bastante lejos de lo que nos tiene acostumbrados, sino porque, desgraciadamente, ahora es bastante común verlo en el suelo.
Sí es cierto que todo piloto que llega de una lesión (y más de una tan aparatosa y dividida en varias partes) necesita de un tiempo de acoplamiento. Se vio en el mejor Dani Pedrosa de MotoGP, en los tiempos más complicados de Jorge Lorenzo... pero con Marc Márquez la historia parece que será bastante más difícil. Lo visto en el GP de Catalunya, en Barcelona, fue el detonante. Lo repasamos.
3Una crisis sin precedentes

Un punto donde se ve que Marc Márquez no es el de siempre tiene que ver con la Honda. Caracterizada siempre por estar ideada y diseñada para su imagen, pilotaje y semejanza, desde que regresó a las pistas esto no está siendo nada certero.
En esas, de hecho, la moto no se está comportando como se esperaba este curso, y tanto él como Pol Espargaró están sufriendo: "Me sigue resultando difícil entender lo que sucede en la pista y en la moto, con las novedades que introdujeron los pilotos el año pasado".
Lo que se vio en Barcelona, en el GP de Catalunya, hizo que fuera su tercer abandono consecutivo por caída en las cinco carreras que ha disputado desde su vuelta a la competición en Portimao después de nueve meses lesionado. El catalán nunca había encadenado una racha igual desde que debutó en el Mundial en 125cc en 2008. Su peor racha en MotoGP eran los dos abandonos que encadenó en 2015 (Italia-Catalunya).