Sweet Tooth: El niño ciervo es la nueva serie de Netflix que está dando mucho de qué hablar. La plataforma de streaming estrenó la primera temporada al completo de esta serie fantástica el pasado 4 de junio y ya se ha situado en la lista de las mejores series de Netflix. Sin embargo, hay una lista de factores que podrían hacer que no sea la serie más apropiada para que decidas verla en este momento.
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Sweet Tooth es una fábula apocalíptica, sino quieres nada que te recuerde la maldad del mundo déjala de lado
Si estás harto de escuchar a gente de todo tipo predicar que vivimos en el mundo del apocalipsis o en plena distopía, quizás esta no sea tu serie. Sweet Tooth está basada en el cómic del mismo nombre escrito y dibujado por el canadiense Jeff Lemire. Cómic que por cierto, fue publicado en nuestro país por primera vez pocos días antes de que se estrenase la serie, bajo el título Glotón aunque ya hacía doce años de su llegada a las librerías.
El director estadounidense Jim Mickle es el encargado de adaptar el cómic para Netflix. Mientras Robert Downey Jr se ha implicado en el proyecto junto a su esposa Susan Downey en la figura de productor ejecutivo. Aunque si lo que esperas es algo similar al Universo Cinematográfico de Marvel, esta tampoco es tu serie.
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Un virus ataca por sorpresa a la humanidad ¿te suena el tema?
Si el Covid-19 y todas sus consecuencias empiezan a superarte, quizás no sea el momento de adentrarte en una serie cuyo argumento se basa en un virus. Es el H5-G9 que diezma a la humanidad en el llamado “Great Crumble” (El gran Incidente). Ver en las primeras escenas de la serie a la gente con mascarillas y desinfectando las manos con alcohol puede recordarnos demasiado a la realidad.
El argumento se desarrolla diez años después, el virus ha dejado tras de sí una nueva raza de personas híbridas. El protagonista es Gus, un niño ciervo que decide abandonar la seguridad del bosque en el que vive en compañía de su amigo Tommy Jepperd en busca de respuestas.
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Si has leído el cómic y no te gustan las versiones edulcoradas a lo mejor la serie tampoco es para ti
Por supuesto, los humanos no aceptan a esta nueva raza mitad humana mitad animal y se deciden a darles caza. Christian Convery es el actor que da vida al protagonista de once años de la serie. En el primer episodio vemos que ha sido criado por su padre a las afueras del bosque de Yellowstone alejado de las personas que podrían hacerle daño. Pero él quiere ir a Colorado a buscar a su madre.
El joven actor quiso adentrarse en el cómic de Lemire a la hora de preparar el papel y se quedó bastante intimidado por lo oscuro del argumento. Sin embargo, admite que «cuando llegué al set de rodaje y leí el guión, me di cuenta inmediatamente de que era menos oscuro y que iba más por el lado amistoso y familiar» y explica que «Y eso me gustó también, porque no es tan intimidante. Me permitió interpretar a Gus, que es un inocente y curioso, esperanzado y positivo híbrido de chaval y ciervo. Y pensé que era un papel increíble».
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Sweet Tooth no te gustará si te sientes mayorcito para cuentos
Sweet Tooth mantiene una estructura narrativa del cuento. Aunque sigue siendo una distopía y el mundo oscuro y peligroso está siempre presente, la serie consigue no regodearse en lo aterrador a través de la mirada cándida del protagonista. Y es que consigue desarrollar la historia con inocencia y ternura. Aunque no trata de dulcificar la tragedia sí que consigue darnos una versión diferente de ella.
La idea del bien y del mal están presentes a lo largo de toda la historia, pero no se magnifican demasiado sino que su presencia se siente como una constante. Y es que a través de Gus descubrimos que incluso en los peores momentos el bien es algo necesario.
El propio Jim Mickle lo explica así: «Esta historia fácilmente podía haber sido una historia de terror. Pero hemos tratado de hacerlo de forma que se asemeje más a un cuento de hadas«.
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Una serie que se centra el discurso de la discriminación a los diferentes
Gus, el niño ciervo, es un símbolo de todos los niños-personas que son diferentes, que en un momento dado son atacados por una sociedad que no sabe asimilar a aquellas personas que les resultan incómodas. El odio a lo distinto. Pero también es un representante muy claro, junto al resto de personajes híbridos de la inocencia de la infancia que aún no está corrompida por los prejuicios y el odio.
En el fondo es el representante de aquellos que aún apuestan porque es posible crear un mundo mejor, más sencillo, más amable y tolerante. Es cierto que la serie es mucho más optimista y positiva que el cómic originario pero en el fondo, la historia es la misma. Algo que se aborda siempre en todas las distopías, ¿cómo nos tratamos los humanos a nosotros mismos? Por supuesto, Sweet Tooth también tiene un mensaje profundamente animalista, los niños animales (símbolo de la inocencia primigenia) son la cabeza de turco que persigue la sociedad.
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No veas Sweet Tooth sino te gustan las historias optimistas en medio de la oscuridad
Nonso Anozie lo explica así: «En cualquier sociedad puede haber un ‘otro’, ya sean minorías o marginados. La sociedad históricamente ha alienado a esas personas y los ha hecho ver diferentes, sacándolos o culpándolos por las enfermedades de esta» a lo que añadía: «Realmente siento que ‘Sweet Tooth’ muestra esto de una manera muy interesante. No se habla de gente de color, si no que de otro tipo de individuos y podemos ver, objetivamente, cómo los tratamos, cómo lidiamos con los marginados y los empujamos fuera de la sociedad»
Queda claro que si estás buscando una serie intranscendente, con la que simplemente pasar el rato sin que te haga pensar o te recuerde a las cosas que pasan actualmente. Sweet Tooth no es tu mejor opción. [/nextpage]