No los atrapaba nadie: Los mejores espías de la historia

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En la historia de la humanidad se ha podido presenciar a los mejores espías de los cinco continentes, sujetos que, sin lugar a dudas, eran inatrapables.

Se entiende como espías a aquellos hombres y mujeres que practican un conjunto de técnicas asociadas a la obtención encubierta de datos, información confidencial o cualquier tipo de secretos. Bien sea en una guerra o situaciones comunes, los secretos conseguidos pueden marcar el rumbo de la batalla, no necesariamente debe ser de armas, también puede ser política.

Todos los gobiernos de cada país siempre tienen algo qué esconder, algunas veces son acciones o estrategias que, de caer en manos enemigas, podrían condicionarlos completamente. Asimismo, las técnicas habituales del espionaje han sido, históricamente, la infiltración y la penetración, cuya finalidad permite el uso del soborno y el chantaje. En ocasiones, no les importa cuál sea el precio a pagar mientras la información deseada llegue a sus manos.

Vale acotar que la infiltración es utilizada para introducir unidades propias en las filas del contrario o blanco a investigar. La intención es que estos puedan suministrarles información de interés inmediato o potencial sobre las actividades, capacidades, planes, y proyectos del enemigo. Mientras que la penetración es usada, mayormente, cuando se quiere alguna información o datos confidenciales. En este caso, se utiliza a una o varias personas que estés adentro de la organización.

Los espías, a lo largo de la historia, han comprado información con dinero o con cualquier otra cosa de interés para la otra parte. Aunque hay otros que son poco ortodoxos y van directamente a la obtención de datos a través del chantaje. Este proceso se basa en coaccionar en la mente del contrario, con el fin de obligarlo a decir o hacer algo para que, contra su voluntad, colabore.

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Kim Philby

No los atrapaba nadie. Los mejores espías de la historia 05

Harold Adrian Russell Philby, mejor conocido como Kim Philby, fue un miembro de alto rango de la inteligencia británica.

Asimismo, en 1963 se pudo conocer que él era uno de los espías de la famosa red de «Los cinco de Cambridge», junto con Donald Maclean, Guy Burgess, Anthony Blunt y John Cairncross. No obstante, se cree que Philby fue el más exitoso, debido a la calidad de la información clasificada que le otorgó a la Unión Soviética.

En sus inicios, ingresó en el servicio secreto exterior británico, sirviendo como agente doble tanto para el Reino Unido como para los soviéticos, aunque él decidió quedarse del lado de los soviéticos y les entregó información sobre el arsenal nuclear estadounidense.

Tras su excelente trabajo para la URSS, Kim Philby fue condecorado con la «Orden de la Bandera Roja», uno de los más altos honores de la Unión Soviética.

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