Usualmente se piensa que la efectividad de las mascarillas se debe a su capacidad de filtración, y se dejan pasar otros puntos realmente importantes a la hora de usarlas, como que tenga un buen ajuste a nuestro rostro, pues el ajuste correcto servirá para evitar que se fugue el aire sin filtrar.
Los huecos que se producen en distintos lados entre la mascarilla y nuestro rostro son peligrosos, pues es justamente por ahí por donde puede pasar el aire sin filtrar, dejándonos expuestos y desprotegidos. Por ello han surgido las mascarillas elastoméricas.
4Hay que seguir las indicaciones
Al seguir las indicaciones de la experta farmacéutica, lo primordial que debemos hacer es cerciorarnos de que los accesorios como las cintas, cumplan su debida función, sin poner en riesgo el objetivo de la mascarilla: proteger.
Según Del Caño, el verdadero problema sucede cuando las personas se colocan las ataduras por debajo de las orejas para así no acabar lastimándoselas. Colocándolas de este modo, solo lograremos que se resbalen y su ajuste se debilite, ocasionando huecos en los laterales.
Los accesorios no ocasionan que las mascarillas pierdan su eficacia, siempre que se coloquen bien, porque de lo contrario, ocasionarán que la mascarilla quede ajustada del modo incorrecto.
