Tarta de San Valentín: cómo hacer el postre que ponga la ‘guinda’ al día del amor

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Llega San Valentín y vamos a proponerte hacer una tarta un poco más elaborada de lo normal para la persona que más quieres. Es una tarta con forma de corazón y totalmente roja. Así harás honor a la sensualidad, el cariño y el amor. Todo ello rodeado de todo lo rico que son las fresas con nata pero llevado a una tarta. La tarta corazón está compuesta por una riquísima mousse de nata. En su interior esconde una sorpresa, que es una crema a base de fresas. Y el toque glamuroso lo pone un glaseado espejo de color rojo pasión.

Es cierto que es algo más elaborado que un pastel normal, pero el amor que le tienes a tu pareja lo merece. Así que tan solo vamos a necesitar, paciencia, algo de maña, y sobre todo, un molde de corazón para darle esa forma tan espectacular. Cuando lo vea tu pareja, seguro que se va a quedar muy sorprendido. Pero será cuando lo pruebe cuando se derrita. Cuidado con las sobredosis de amor que ofrece esta tarta corazón. Coge lápiz y papel y apunta cómo se hace este estupendo postre.

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Preparar crema de fresas de San Valentín

Tenemos que coger un cuenco pequeño y poner ahí un poco de zumo de naranja, no todo. En él disolvemos la gelatina y removemos. Reservamos el cuenco. Ahora lavamos y troceamos las fresas para tenerlas listas.

Lo siguiente que tenemos que hacer es coger un molde circular de entre 12 y 14 centímetros de diámetro y forrar con papel de acetato y reservamos. El zumo de naranja y el azúcar los ponemos a hervir a fuego lento. Cuando esté hirviendo echamos las fresas.

Debemos remover hasta que quede un jarabe denso. Ahora, si nos gustan las fresas en trozos, las dejamos, si no, las trituramos. Antes de que hierva el puré de fresas, echamos la gelatina disuelta anteriormente, bajamos el fuego y removemos durante 3 o cuatro minutos.

Retiramos del fuego y esperamos a que temple. Ahora lo vertemos en el molde forrado y lo ponemos al frigorífico 2 o 3 horas hasta que sea una gelatina sólida. Pasamos al siguiente paso de la tarta de San Valentín.