Los 4 cambios de La casa de papel que habrían hecho de la serie un fracaso

La casa de papel es quizás la serie más exitosa de producción española a nivel mundial. Se ha convertido en un icono en todo el mundo. En cualquier lugar del planeta puedes ver a alguien, en carnaval, disfrazado con un mono rojo y una máscara de Dalí. Ese es un fan de Money Heist, que es como se titula la serie para los países angloparlantes. Todos los fanáticos estamos a la espera de que se publique la quinta y última temporada. El final del último atraco. Queremos ver lo que sucede con el Profesor, Tokio y los demás miembros de la banda.  Y si la mala malísima podrá echar abajo el golpe.

La casa de papel se divide en dos temporadas realmente. La primera trata sobre el atraco a la casa de la Moneda y Timbre de Madrid y la segunda en el atraco más grande de todos los tiempo: Al Banco de España. Pero están subdivididas en 5 partes. Las dos primeras corresponden a la primera temporada y las 3 últimas a la segunda. La serie trata de cómo un grupo de personas que no se conocen pero que son buenas en un aspecto de delincuencia, son reclutadas por un líder. Este es El profesor. El profesor les dicta el plan para el atraco perfecto. Pero esta serie no hubiera sido un éxito si uno de estos cuatro puntos hubiera sido diferente.

Las máscaras

Al igual que pasó con V de Vendetta, la máscara es el secreto para que un antihéroe triunfe. Y si es icónica y con una gran potencia visual, mucho más. Es lo que sucede con la máscara de Dalí en La casa de papel. Pero todo podría haber sido diferente.

Esa máscara podría haber tenido unos rasgos diferentes. De hecho, en el guion no estaba claro todavía qué deberían usar. Había varias opciones mientras la serie estaba en preproducción. Una de ellas era hacerlas cubistas en honor a Picasso.

Pero no tendrían la fuerza visual que tiene el bigote de Dalí. También se plantearon poner la cara del Quijote de Cervantes. Quizás demasiado cañí, pero este personaje representa la locura de los protagonistas. Al final decidieron cambiar por Dalí y acertaron de lleno en el planteamiento.