Hay fiestas, y fiestas. Sin embargo, hay gente, que se toma este tipo de fiestas como un exceso. Esto no debería ser así, ya que puede que no permita disfrutar el resto. Y esto es lo que pasa con San Fermín. Esta es su otra cara, la que no tiene que ver con los encierros ni con la diversión sana. La cara B que hace que , para algunos, San fermín sea una de las fiestas más radicales del mundo
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4Baco
Si tuviéramos que comprar esta fiesta con algo, probablemente se parecería a las fiestas que organizaba el dios Baco. Sí, el dios del vino. De hecho, este dios estaría orgulloso de este tipo de fiestas, en las que nadie piensa absolutamente en nada. Sólo en lo que es la fiesta en sí.
Hay música, y baile, y poco a poco la ropa se va despejando. Los litros de vino se van gastando, se van diluyendo, y se van comprando muchos, y muchos más. De hecho, lo que nos extraña, es que no se acaben. Suponemos, que están preparados para ello, y eso es la cara buena, la economía. Sin embargo, el gasto que producen, puede ser mucho mayor de beneficio que tienen.
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