Las ‘calabazas’ que nunca olvidaremos de First Dates

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A ‘First dates’ va uno a encontrar el amor, pero en muchas ocasiones solo encuentra rechazo. La atracción es cosa de dos en este programa de citas, está claro, pero hay maneras y maneras de decirle a la otra persona que no es de tu agrado, que no te apetece tener nada con ella. Algunos concursantes, sin embargo, demostraron tener poco tacto y elegancia a la hora de repartir ‘calabazas’.

De esta manera, en el programa de Cuatro presentado por Carlos Sobera hemos vivido ‘calabazas’ irrepetibles.  Mucha tensión, respuestas cortantes o insultantes, insinuaciones perversas… De todo han tenido que ver los camareros del famoso restaurante donde transcurre el programa.

Hoy en QUÉ! te recopilamos algunas de las citas más desastrosas de la historia del show. No sabrás si reírte, llorar, o mandarle una mantita y un abrazo al rechazado o rechazada, porque algunos han tenido que sufrir descalificaciones muy serias delante de toda España.

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“ANTES LA MUERTE QUE OTRO CHISTE DE MIERDA”

Laia y Adolfo vivieron una de las citas más catastróficas de la historia de ‘First dates’. Todo comenzó mal desde un primer momento, cuando Adolfo le entregó una nota para conquistarla, pero llena de faltas de ortografía. Desde el primer momento ya tenía Laia el gesto contrariado.

Adolfo, que se dio cuenta y que debió haber escuchado aquello de “a las mujeres les gusta reírse” empezó a soltar una ristra de chistes bastante malos. La verdad que aquello no lo arregló: “Antes prefiero la muerte que escuchar otro chiste de mierda más», dijo la pretendida. Parece ser que el talento natural de Adolfo, a quien ya vimos haciendo de ‘friki’ más de una vez en la televisión.

Todo acabó de estropearse cuando Laia le preguntó a Adolfo por sus gustos físicos y este explicó que le gustaba Patricia Conde, algo que acabó de ofenderla por las evidentes diferencias físicas entre ambas. Laia le invitó a irse y este, Airado, le espetó que había sido “súper desagradable” a la hora de hablar. “Un poco de respeto en una cita, chica”, le dijo antes de marcharse con las orejas rojas y el orgullo herido.

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