Los belenes vivientes, con personas de carne y hueso, comienzan a tener auge a mediados del siglo XX en los pueblos de España como una tradición que tiene muchos matices según cada pueblo. Estos belenes permanecen hasta la llegada de los Reyes. Pero este año el Boletín Oficial de Madrid publica la orden de las restricciones navideñas y así se hará en todas las comunidades por el Covid-19.
En ese sentido, cada nacimiento viviente tiene una propiedad y algunos hasta un propósito que los hace único. Los hay donde un narrador es el encargado de leer un párrafo de la Biblia que ilustra sobre el nacimiento del Niño Dios. En otros, los vecinos organizados hacen una obra teatral del sagrado momento.
Como la navidad es la época de la solidaridad algunos belenes vivientes sirven para recaudar dinero destinado a obras sociales. Existen en algunos pueblos, los certámenes de belenes que son premiados.
No debemos dejar de nombrar los belenes infantiles en el que participan niños entre 6 y 16 años. En todo caso, por acá le haremos un recorrido para recordar algunos belenes vivientes muy realistas en diversos pueblos españoles.
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De San Francisco de Asís viene la idea
Fue San Francisco de Asís quien instaló en el pequeño pueblo italiano de Greccio, cerca de Asís, el primer nacimiento.
Para el año 1223 se comienza la representación del nacimiento con personajes reales. La virgen, San José, el niño. También la vaca, el buey, ovejas y pastores. Con el correr del tiempo se añadieron paisajes con musgos, ríos de papel de plata y montañas hechas de corchos o con cajas de cartón. Las personas también fueron sustituidas por figuras de cartón, de madera, barro y cerámica.
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Los pueblos y su manera de representar los belenes vivientes
En Buitrago del Lozoya (Madrid) se celebra desde finales de los años 80. Es el más importante, entre otras cosas porque tiene un escenario ideal: las antiguas murallas con actores que aguantan inmóviles las noches frías. Las escenas se suceden a lo largo de las iluminadas murallas. En la representación hay muchos animales de verdad sobre todo en el mercado: conejos, perdices y gallinas.
Mientras que en Colmenar de Oreja, es la única representación de belén viviente en la Comunidad de Madrid, que aborda esta historia desde el punto de vista de obra teatral con una duración de 45 minutos. Se desarrolla en la plaza porticada y participan unos 130 vecinos. Comienza con la Anunciación y finaliza con la escena del portal, siempre con un niño recién nacido. Hay lugares mágicos en España para celebrar la navidad.
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Los belenes vivientes de Sevilla
En los pueblos de Sevilla hay belenes de todo tipo y para todos los gustos, aunque proliferan los nacimientos vivientes. El más grande de toda la provincia puede verse en Alcalá del Río realizados por la hermandad de la Soledad.
La primera representación del nacimiento del mesías, contó con la participación de 300 personas el decorado comenzó hecho de madera y ahora es de hierro.
Es en este nacimiento viviente en donde un narrador se encarga de leer un párrafo extraído directamente de la Biblia hasta llegar a la escena, lo que hace poner en situación a los visitantes de lo que van a ver en cada momento. Esta representación cuenta con seis Reyes Magos y ocho bebés que dan vida al Niño Dios.
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En la Sierra Sur
Entre los pueblos de la Sierra Sur hay diferentes propuestas para disfrutar del montaje de belenes, unas guardan un estilo más tradicional y otras añaden notas más originales.
En Osuna por ejemplo se estila el Concurso de Belenes, que organiza la Voz Cofrade de Osuna. Este evento contempla un recorrido por los belenes que participen cada año. La Ruta se podrá realizar desde el 22 de diciembre hasta el día 6 de enero.
Mientras que en Estepa, idearon que el belén viviente se sumara a la campaña contra el hambre de Manos Unidas en una nueva edición del Belén Solidario. En ese sentido, crearon una pequeña obra de arte que cuidó hasta el más mínimo detalle para que el espectador justificara de sobra el euro que costó la entrada y que se destinó a fines benéficos.
En Alcalá de Guadaíra, el belén por excelencia es el de la Ciudad de San Juan de Dios, aunque no es viviente, es importante porque se convierte en centro de peregrinación para conocer el montaje con el que cada año se sorprende a sus visitantes.
Este belén es la obra de uno de sus hermanos, Antonio García, al que todos conocen como hermano Paradas, por su localidad de origen. Antonio a los 82 años llevaba 64 montando el belén.
Su obra es un monumental belén, de grandes dimensiones, pero que conserva la estética tradicional de este tipo de conjuntos. Además de la disposición de las hermosas figuras, suma atractivos como los juegos de perspectivas, los efectos de noche y día o el movimiento del agua.
También montan belenes las hermandades de la ciudad, habitualmente en sus casas. Llaman la atención los de Jesús Nazareno que reproduce la iglesia de Santiago y su entorno, la Amargura o el Dulce Nombre. Por su parte, la Asociación Paz y Bien da forma en su granja escuela San Buenaventura a un belén viviente.
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Belenes de Sierra Norte
En el Belén de El Real de la Jara, que se celebra en el Polígono La Espardilla, se pueden contemplar distintas escenas entre las que destacan el misterio y otros motivos como la adoración de los pastores o la Anunciación. Además, se puede dar un paseo por el zoco, por los molinos o acercarse a la carpintería.
Puesto que es un Belén viviente también hay animales reales como cabras y ovejas y se recrean dos cascadas en las que lavan la ropa las lavanderas.
En Constantina, por su parte, se realiza un belén infantil en el que participan niños entre 6 y 16 años. El Belén se representa generalmente cada 26 de diciembre.
Mientras que en Los Alcores, el Ayuntamiento de Mairena del Alcor realizaba los certamen de belenes navideños. Por su parte, la localidad vecina de El Viso del Alcor, también convoca su certamen de belenes.
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Un belén que incluye una obra social
También se recordará que en una oportunidad, uno de los participantes del certamen de belenes, fue el que montaron los alumnos del colegio público Juan Carlos I. El nacimiento se inscribió en un proyecto de solidaridad con Malawi, país sin salida al mar, ubicado en el sureste de África. Este belén tuvo la intención de recoger ropa y alimentos por parte de los estudiantes para ser llevados a esa región en plena navidad y nuevo año.
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