La crisis no está olvidada, pero sí mejorada. Los buenos números, indicios y sensaciones nos demuestran que el Real Madrid, precisamente después de la dolorosa derrota ante el Shaktar en Champions, ha ido en clara posición ascendente. Es obvio que no se han olvidado todos sus males, también porque hay errores que permanecen, pero sí que los de Zidane no están tan ahogados.
Esto se palpó frente al Atlético de Madrid en el Alfredo di Stéfano, un derbi del cual los rojiblancos partían como favoritos... pero que Zidane supo dar la vuelta reflejando un gran encuentro que se hizo aún más notable contra el Borussia Mönchengladbach, donde se selló (en graves apuros) la clasificación para los octavos de final de la liga de Campeones. Ese pudo pudo ser un partido de inflexión para Zidane. Los repasamos.
2La crisis de noviembre del Real Madrid pasa a la solidez de diciembre

Con todo, el giro del Real Madrid se traduce que en noviembre la crisis acentuó muchos sectores de los blancos para profundizar en que estaban fuera de toda competición. Y sin embargo ahora pueden decir que están dentro de los octavos de Champions ante un rival asequible como el Atalanta, se han vuelto a a reenganchar a la liga y el juego les ha dado un respiro futbolístico.
Por tanto, la crisis de noviembre (derrotas ante Valencia y Alavés y empate ante el Villarreal) ha dado paso a la solidez de diciembre, tanto en la Liga como en la Champions. En el torneo español, son tres partidos seguidos con victoria, un pleno de nueve puntos que permite al Madrid dar caza a Real Sociedad y Atlético en lo más alto de la tabla.
Aunque, en el caso de los del Simeone, con dos partidos más que su rival del pasado sábado en el derbi, al que el Madrid sometió con estilo en el Di Stéfano para continuar con la escalada iniciada una semana antes frente al Sevilla, con aquella victoria balsámica en el Pizjuán.
Allí, a la deriva, Florentino Pérez amenazaba con llevarse por delante a un Zidane que no estaba atendiendo a ninguna de las expectativas, donde incluso se llamó a técnicos como Pochettino para relevarle. Pero todo quedó en agua. Al francés le avalaba el pasado, pero no el presente, que dictaba que el Madrid necesitaba un electroshock para salir de un estado letárgico que amenazaba con arruinar toda la temporada.