Cerca de un 10% de discapacitados pierde su empleo en la pandemia

Cerca de un 10% de personas con discapacidad intelectual y problemas de salud mental con trabajo en la empresa ordinaria ha perdido su empleo a raíz de la pandemia del coronavirus, según un estudio realizado por la Associació Catalana de Treball amb Suport (Actas), la federación AMMFEINA y la Federació Catalana de Discapacitat Intel·lectua (Dincat).

En un comunicado este miércoles, las organizaciones han alertado que la recesión económica provocada por la Covid-19 está golpeando especialmente a los colectivos con más dificultades de inserción, como son los discapacitados, y han pedido que las administraciones promuevan políticas de ocupación para estas personas.

En concreto, y según los datos aportados por 37 entidades y una muestra de 3.220 personas, la destrucción de puestos de trabajo en el mercado laboral ordinario de personas con discapacidad intelectual y personas con un problemas de salud mental entre los meses de marzo y septiembre fue del 9,3%.

Según el estudio, en seis meses se ha pasado de 1.426 personas ocupadas a 1.292; aunque las entidades advierten que esta cifra «podría ser sólo la punta del iceberg» ya que, a 1 de septiembre del 2020, más de 150 de las 1.292 personas participantes en el informe tenían un contrato laboral en vigor pero no trabajaban con normalidad.

Asimismo, las entidades han explicado que sus servicios y programas de orientación laboral han experimentado un incremento de más de 16 puntos de la demanda de participación, lo que consideran una «consecuencia directa de esta destrucción de puestos de trabajo» durante la crisis.

Ante esta situación, el sector ha instado a la administración pública a promover políticas activas de empleo que favorezcan la inserción laboral de estas personas y pongan a su disposición los apoyos necesarios para mantener sus puestos de trabajo.

Han reivindicado la aplicación de medidas de acción positiva en los diferentes programas de las políticas activas de empleo y servicios de orientación, intermediación, acompañamiento y apoyo y, también, el reconocimiento de la metodología del Trabajo con Apoyo como un servicio especializado y con presupuesto específico.