¿Qué puede ser lo que nadie te cuenta una vez te has hecho un tatuajes? La verdad es que, las personas que se tatúan, es porque tienen una gran atracción por ello desde hace tiempo. Normalmente, es una decisión que se toma en base a una reflexión de desear hacerlo ya sea por algo personal o por algo estético, pero en definitiva, hacerse un tatuaje no deja de ser un proceso personal importante.
¿Qué debemos plantearnos antes de hacer un tatuaje?
No obstante, sí que hay personas (aunque pocas) que se hacen un tatuaje casi sin pensar, lo que les lleva luego a padecer consecuencias desagradables a nivel psicológico como puede ser cansancio de ver el tatuaje en caso de haberlo puesto en una zona expuesta o arrepentimiento por habérselo hecho por el qué dirán o porque no quedan convencidos.
Es importante primero pensar en si realmente lo queremos por una decisión personal nuestra o si es por una cuestión de modas o de los demás. Un tatuaje va a estar en tu piel toda la vida o al menos con ese sentido se hacen, por lo que tienes que haber reflexionado bien que lo quieres de verdad.
Dolor y alergias
Es cierto que ahora existe un método muy conocido y utilizado ya para eliminar los tatuajes. Pero nunca te hagas uno pensando que tienes la opción de quitártelo porque es machacar la piel y por otra parte, duele mucho más quitarlo que hacerlo. Si ya suele doler hacerse un tatuaje, imagínate quitártelo. Puede ser una experiencia horrible.
También hay que tener en cuenta todo el tema de alergias. Actualmente, las tintas están hechas en base a minerales o elementos orgánicos. Esto no quiere decir que no debamos prestar atención a una posible alergia. Lo que suelen hacer los tatuadores es una pequeñísima prueba para ver cómo reacciona tu piel aunque a día de hoy muy poca gente tiene ya este problema. Solía pasar con las tintas de antes que estaban realizadas con compuesto más agresivos para la piel.
Deberíamos buscar buenos profesionales del tatuaje
Por último y no menos importante, debemos saber en manos de quién nos vamos a poner. Tener en cuenta que el mundo del tatuaje es muy amplio y llamativo. Puede ocurrir que alguien se te ofrezca como tatuador y que resulte que su habilidad para tatuar es muy mala.
Quizá incluso te enseñe tatuajes que no ha hecho él por lo que siempre es mejor acudir a un estudio de tatuaje que esté avalado por una buena cantidad de clientes. También los estudios serios suelen estar tatuando a algún cliente y lo normal es que si al cliente no le importa, te dejen mirar para ver la calidad.
¿Qué debo tener en cuenta después de hacerme el tatuajes?
Algunos dicen que es un mito y otros dicen que es una realidad, y es que, los tatuajes según muchas personas, crean adicción. Esto es algo hipotético y debatible. No es un hecho 100% comprobado y desde la experiencia de muchos tatuados esto puede variar en función del dolor que te haya causado hacerte el tatuaje.
El mundo del tatuajes es muy extenso, hay una gran variedad de estilos, de colores, y no nos vamos a engañar, a quien le gustan los tatuajes también le va a encantar que se puede tatuar lo que más le apetezca. El único límite es la imaginación.
El origen de los tatuajes
Los tatuajes se llevan realizando desde los inicios de las primeras sociedades y normalmente siempre era un símbolo de estatus dentro de la sociedad en la que se vivía. Existen tatuajes antiguos nórdicos, maoríes, japoneses etc. Antiguamente se utilizaban diferentes técnicas para tatuar. En el caso de los nórdicos se conocía la técnica del hilo que consistía en pasar un hilo con tinta bajo la piel como si estuvieras cosiendo. En el caso de Japón, se conoce que los integrantes de la famosa mafia Yakuza se tatuaba normalmente toda la espalda o incluso todo el cuerpo en señal de honor o de estatus dentro de la propia mafia. Se utiliza una técnica que consiste en golpear ligeramente un palo con otro palo que contiene unas púas con la tinta. También dependiendo de la zona podían utilizar un único palo con púas y punzarlo levemente sobre la piel.
Los tatuajes una adicción para algunas personas
Ya desde tiempo antiguos los tatuajes podían ser increíblemente grandes, y seguramente, en muchos casos causaba adicción. La adicción puede venir por el proceso simbólico que tiene el tatuarse además del placer estético que puede producir si realmente los tatuajes te resultan bonitos.
En muchos casos, los tatuajes te hacen sentir más atractivo o más fuerte (a nivel emocional) y termina resultan una adicción para aquellos que disfrutan del proceso. Por eso ocurre mucho que una persona comienza con un tatuaje pero termina realizándose otro más y otro más y así hasta completar a veces un brazo entero, una pierna entera, dos piernas, todo el cuerpo…
El arte del tatuaje conlleva un precio
Esto ya depende no solo de la estética de cada uno sino también del aspecto económico. Los tatuajes son un arte que cuesta su dinero. Dependiendo del tatuador puede ser más barato o más caro pero el mínimo por un tatuaje suelen ser 60 euros.
Si el tatuaje es muy barato, desconfía del tatuador, habría que ver cómo tatúa en vivo y preguntarle si tiene alguna especialidad en concreto porque no todos los tatuadores son buenos tatuando todo tipo de figuras. Al igual que los dibujantes, cada uno suele tener su especialidad.
Los tatuajes tardan en curar al menos una semana
Para hacer el tatuaje, se utilizan finas agujas que introducen la tinta en nuestra piel. Esto obviamente causa una herida que tendremos curar para evitar infecciones. El tatuador tras terminar su trabajo nos aplicará una crema antibacteriana y nos tapará la piel trabajada con un apósito que deberemos mantener durante 24 horas.
Después quitaremos el apósito y dejaremos la zona del tatuaje al aire, solo la taparemos para ducharnos, evitando que la piel entre en contacto con el agua. La herida tendremos que curarla al menos 2 o 3 veces al día. Durante el proceso de cicatrización, la piel nos picará, pero debemos evitar rascarnos para que no nos queden marcas.
Por lo tanto, si tienes pensado hacerte un tatuaje piénsalo bien antes, para tener muy claro que lo quieres porque debe ser para toda la vida. Piensa bien qué quieres realizarte y piensa mucho mejor en manos de quién te vas a poner porque una de las peores experiencias que puedes tener es querer un tatuaje y que al final la calidad sea muy mala. Un tatuaje no es un juego y no pasa nada por reflexionarlo bien antes de hacértelo ya que eso asegurará que el resultado sea lo más agradable posible.
