El mundo del tenis estaba esperando este momento desde hace mucho tiempo. La hora en la que un nuevo jugador que no fuera del «Big 3», es decir Roger Federer, Rafael Nadal o Novak Djokovic, se quedará con uno de los Grand Slam. En los últimos tres años (desde 2017), uno de los integrantes de ese selecto grupo se alzó con el título sin dejar oportunidad a nadie; sin embargo, el destino ha confabulado a favor de la nueva generación para que en este Abierto de Estados Unidos haya un nuevo monarca sí o sí.
La renuncia al resto de la temporada del suizo por lesión, el temor al Covid-19 del español y la inexplicable descalificación del serbio por darle un pelotazo a una juez de linea, dejan en bandeja de plata un título que ahora será más disputado que nunca. El US Open está más abierto que nunca, pero cuatro tenistas se erigen como los candidatos más fuertes, no solo para dominar el deporte blanco en el futuro, sino también para quedarse tanto con el que sería el primer grande de sus carreras, como con el honor de ser el que finalice una hegemonía de un «Big 3» casi intratable.
Zverev ante una oportunidad única
Realmente lo hecho por Alexander Zverev en este US Open está rompiendo todas las expectativas. Tras varios torneos en los que no había dado la talla, el alemán resurgió de las cenizas en el momento justo: en un Grand Slam. En Nueva York ha ido pasando rondas de una forma precisa, gracias su juego ofensivo y de golpes certeros, y sin brindar muchas oportunidades a sus rivales que lo ven determinado a quedarse con el trofeo. Con 23 años y 11 títulos ATP en su haber, entre ellos unas Finales de ATP, tiene ante sí la ocasión perfecta para agregar el que sería sin duda el más grande de su carrera. Y sin Nadal y Djokovic cerca, las probabilidades crecen aún más.
Shapovalov demuestra su crecimiento
Una de las grandes esperanzas para ser uno de los protagonistas durante este torneo sin duda alguna era Denis Shapovalov. El canadiense ha destacado porque a pesar de tener algunos problemas en sus encuentros, no se rinde y saca una fuerza que nadie espera para derrotar a sus rivales. Su juventud (21 años), combinado con su estilo versátil de juego, en el que con ataques sólidos y con su drive hace mucho daño, pretende acabar con el reinado de un Nadal que lamentablemente no asistió al torneo y de un Djokovic que quedó expulsado por perder la calma en el momento menos oportuno. Solo un trofeo ATP tiene en sus vitrinas y ahora puede conseguir uno más en Estados Unidos.
Medvedev ante su ansiada revancha
En la mente de Daniil Medvedev no debe haber otra cosa que las ganas de redimirse de esa final perdida en el 2019 allí en Nueva York, tanto por el acierto de Nadal como por su falta de experiencia. Sin el español a la vista y con la expulsión del serbio, el panorama se aclara para el ruso que ha destrozado a todos sus rivales casi sin sudar. Por edad (24 años) y por ese juego defensivo y preciso de pies rápidos, con su hermoso revés a dos manos, es el contrincante más temible y claro aspirante a meterse en esa final del US Open. Sus ansias de victoria siguen vivas y nadie le sacará de la cabeza que este trofeo será suyo para agregarlo a los siete que ya tiene.
Thiem quiere meterse entre los más grandes
Con la ausencia de todos los integrantes del «Big 3» entre los mejores del US Open, no cabe duda que todas las miradas caen en Dominic Thiem. El austriaco representa al pilar en esa nueva generación que está destinada a superar a los tres grandes de la actualidad; sin embargo, pese a sus buenas actuaciones y sus 16 títulos ATP, le falta demostrar en un Grand Slam de lo que está hecho y esta es una ocasión que no piensa desaprovechar. Con 27 años ya es hora de dar un golpe sobre la mesa y dejar claro que con su juego desde el fondo de la cancha y ese revés tan espectacular a una mano, es claro merecedor de ser el sucesor de los más grandes.
