Marta Sánchez, así fue la evolución como cantante del mito erótico

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Marta Sánchez es un icono de la música española. Su gran voz hizo que millones de personas corearan sus canciones, pero no solo está revestida de talento, su belleza y sensualidad la hicieron un producto artístico digno de ser desfilado por las pantallas de España. De niña siempre soñó con ser grande, con ser cantante y su aparición a los 12 años en Sabadabadá confirmó lo que ya venía latiendo en sus interior, ser una voz que representara al país Europeo.

Qué maravilla que sus anhelos resultaron ser mejores que los que ella misma esperaba. Pues brincó el charco y se dio a conocer en Latinoamérica, Centroamérica y otras latitudes. Cuando se piensa en Marta Sánchez, inevitablemente vienen atributos dobles: sensualidad y una potente voz. Como pocas caras, se ha mantenido vigente, además que es muy polémica en muchos de sus comentarios.

En este artículo, se recorrerá parte de su evolución como cantante que despegó cuando la agrupación en la que participaba Cristal Oskuro quedara de tercer lugar en un concurso organizado por la comunidad de Madrid en una conocida discoteca.

Tenías 19 años para aquel entonces y había llegado la oportunidad de oro al ser vista por Tino Azores, técnico de sonido.

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Carrera en Solitario

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Marta Sánchez no es una chica de oportunismo, ella piensa muy bien cada paso que va a dar en materia musical. 1991 fue una fecha clave, se lanzaba como solista. La artista quien decidió residenciarse en Nueva York junto a su novio Sterling Campbell comenzó a componer canciones que fueron rechazadas por la discográfica Hispavox. Más adelante firmó contrato con Poligram Ibérica.

‘Mujer’ fue el primer disco de Sánchez: se puede destacar el sencillo ‘desesperada’. El álbum vendió más de 1.500.000 copias en todo el mundo. La intérprete no se quedaría con ese único éxito. Lanzó el disco ‘Mi mundo’ en 1995: dentro de éste se encontraría el single Arena y Sol, tema que recibió muy buena acogida por el público, además que la intérprete grabó una versión en inglés para el mercado anglosajón y japonés.

Por otro lado, se diría que participó en el cine al cantar Obsessión que grabó en 1996 para la película producida por Quentin Tarantino Curdled. Cada movimiento que daba Marta Sánchez le decía al público que no estaba jugando.