El Cabildo de Gran Canaria organiza un taller de emergencias para periodistas y alcaldes dado el papel extremo de los últimos episodios peligrosos

•       Emilio Duch, Federico Grillo y Juan Carlos Santana, los ponentes
•       Qué implican las alturas de llamas, estrategias y tácticas en la extinción, algunos de los aspectos del taller el miércoles 22 en el Patio del Cabildo

 

La comunicación juega un papel esencial en la gestión de las emergencias porque es la vía para gestionar la parte más importante, la población, de manera que los medios de comunicación juegan un papel esencial en una situación en la que las alcaldesas y alcaldes son la autoridad de primera referencia de su ciudadanía, motivo por el que el Cabildo de Gran Canaria ha organizado un taller de emergencias en el que ahondará en los aspectos más importantes de estos peligrosos episodios porque una sociedad bien informada es una sociedad más segura.

Gran Canaria ha visto cómo las emergencias naturales han ido mostrando un comportamiento cada vez más extremos en los últimos años, especialmente desde 2015, cuando una tormenta descargó su potencial sobre Telde y arrasó las las playas de Melenara y La Garita, un episodio al que en pocos meses siguió una inédita nevada de varios días que supuso una situación peligrosa porque no es percibida por la población como un peligro, sino como una ocasión de diversión.

Por este motivo, en julio de 2016, el Cabildo organizó su primer curso de emergencias para medios de comunicación para contribuir a su preparación como parte del operativo y que pudieran ejercer con mayores conocimientos su responsabilidad como servicio público de primer orden, tal como establece la Ley de Protección Civil.

Esta acción resultó muy positiva por cuento también contribuyó a dar a conocer el operativo del Cabildo de Gran Canaria, su personal y el trabajo que realizan los equipos todo el año, un extremo necesario para lograr la adhesión de la población a sus recomendaciones, de manera que los mensajes han sido ofrecidos tanto por la figura política como la técnica, para que maneje toda la información posible. También facilitó la coordinación entre administraciones porque contó con la asistencia de los responsables de comunicación de la UME, el 112, la Policía Nacional y la Guardia Civil, entre otros.

Los episodios peligrosos no han dejado de sucederse desde entonces con tormentas extremas y graves incendios, y las acciones formativas tampoco, la próxima contará también con la asistencias de los primeros ediles de la isla, puesto que ejercen un papel muy importante de vínculo entre su población y la autoridad competente en la emergencia, en este caso el Cabildo de Gran Canaria, y contribuye a multiplicar la información oficial que difunde la Institución insular, de manera de manera que su preparación en los aspectos más desconocidos de estos eventos es igualmente crucial.

Los factores que convierten una chispa en un gran incendio, la empresa que se organiza en torno a un incendio, la activación de la emergencia, qué implica la altura de llamas, cómo los barrancos condicionan el comportamiento del fuego puesto que las laderas son un acelerador de la velocidad, serán algunos de los aspectos en los que ahondarán los ponentes.

Serán Emilio Duch, gerente del Consorcio de Gran Canaria, para explicar la Guía Operativa del Plan de Emergencias Insular (PEIN), Javier Blanco, ingeniero forestal insular para desgranar las medidas de seguridad en un incendio, Federico Grillo, jefe de Emergencias del Cabildo, para ofrecer los elementos del análisis de un fuego para adelantarse a su comportamiento, y Juan Carlos Santana, coordinador de la Brigada insular de Investigación, para explicar el patrón de causas y cómo se investiga un incendio, un minucioso procedimiento garantista que abarca meses.

La forma de los incendios, prioridades en la extinción, estrategia, táctica y ventana de actuación, cómo un giro de viento convierte un flanco en una enorme cabeza, la parte más peligrosa, serán otros aspectos en los que ahondarán, así como en las condiciones meteorológicas que hacen que un fuego nazca con condiciones de gran incendio y que cuando surgen con llamas de 2,5 metros, es decir, superior a la altura de una persona, ya se muestra imparable, aunque los últimos han alcanzado alturas de 30 y 50 metros, esto es, fuera de capacidad de extinción.

Especialmente importante es el tipo de afectados y el más delicado de gestionar: los propietarios de las casas y terrenos del lugar, que se resisten a evacuar por el dolor de abandonar su propiedad.

Por eso es tan necesario que integre la cultura de la prevención, si antes del verano limpian sus casas 15 metros alrededor, los equipos tendrán una oportunidad para salvar sus viviendas, pues las llamas van más rápido que el daño que causan si no están rodeadas de combustible vegetal, y tras el paso del frente apagar las llamas de puertas y ventanas y podrán conservar esas pertenencias que a muchos les ha costado el trabajo de toda una vida.