Un total de 7.500 estudiantes ciegos o con discapacidad visual grave enfrentan la vuelta al cole virtual tras Semana Santa con el apoyo de más de 1.500 profesionales de los equipos educativos de la ONCE.
Todos ellos se vuelcan en esta #VueltaAlColeVirtual para garantizar la inclusión en las aulas de los estudiantes ciegos. Esta labor se realiza online y gracias a la imaginación y creatividad que comparten profesores, alumnos y familias, así como a las plataformas accesibles con las que pueden intercambiar información.
Según la ONCE, el objetivo es que puedan continuar el curso como unos estudiantes más. Por eso, cuentan, «nuestros profesionales, junto a las Comunidades Autónomas, diseñan tareas accesibles para no dejar a nadie atrás».
Desde sus domicilios, los maestros de la ONCE se han adaptado a la situación y, gracias a las nuevas tecnologías, mantienen el contacto con el alumnado ciego o con discapacidad visual grave, a la vez que lo hacen con su profesorado habitual y los tutores de sus centros educativos.
Conscientes de que los estudiantes pueden tener una gran carga de trabajo, el equipo de maestros, técnicos y educadores de la ONCE diseña boletines de actividades con ideas, materiales y temarios accesibles para estos niños, la mayoría facilitados por los servicios bibliográficos de la Organización, que mantienen estos días su actividad para dar respuesta a estas necesidades.
IMAGINACIÓN
También se han puesto en marcha medidas ‘imaginativas’ como lo que llaman “dar luz al braille”, que se aplica en Granada. Así, al terminar los deberes de cada día -hechos en braille por los estudiantes-, sus padres los fotografían, los pasan por “guasap” a los profesores de la ONCE, estos los transcriben, los devuelven y están listos ya para ser enviados a los colegios, como el resto de alumnos y alumnas.
Además de las tareas habituales, ‘los profes de la ONCE’ también proponen actividades lúdicas, manualidades y recetas de cocina que permiten al alumnado pasar tiempo en familia y al mismo tiempo divertirse y familiarizarse con el uso de las nuevas tecnologías. Una maestra de Cádiz, por ejemplo, lee cuentos todas las noches a las 20.15, tras los aplausos; otro grupo de Aragón diseña un periódico semanal entre todos, con noticias sólo positivas…
El equipo educativo específico de la ONCE se reúne cada semana para organizar el trabajo que posteriormente envían a las familias. Ponen sus ideas en común y de ahí salen los boletines de actividades. Según Ana Ruíz López, responsable del área educativa de la ONCE, “se trata de un buen complemento que les permite adquirir los conocimientos de sus diversas asignaturas y, en su caso, habilidades y destrezas de la vida diaria, proponiendo la implicación de los alumnos y alumnas en la cocina y la colaboración en las tareas del hogar”.
“A estos días de confinamiento también hay que sacarles la parte positiva, potenciando la imaginación y creatividad de nuestros profesionales», señaló.
TECNOLOGÍAS
De ese modo, les animó a usar al máximo las nuevas tecnologías y a compartir recursos y experiencias para dar «la oportunidad a las familias de aprender con sus hijos nuevas formas de afrontar las tareas diarias”.
Por otro lado, apuntó que “las videollamadas son de una gran utilidad en estos momentos de confinamiento», pues «profesores, familias y alumnos se pueden sentir más cerca unos de otros». «Es la forma de que nadie se quede atrás estos días», concluyó.
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