Arquitectura minimalista: cuándo menos es más

Richard Wollheim hablaría por primera vez en 1965 sobre el término minimalismo y que hoy en día demuestra cómo el espacio vacío también puede ser considerado un arte. Con pocos recursos y materiales se puede conseguir el resultado más óptimo. Conseguir un espacio limpio y resaltar la propia estructura de la vivienda, el interior de esta es una de las tendencias más seguidas en la actualidad. Más tarde Ludwig Mies van der Rohe un arquitecto muy importante se haría un hueco en la historia diciendo menos es más y consagrando el estilo de la arquitectura moderna. Una frase que perdura y que ha llegado hasta día de hoy. De esta manera cualquier arquitecto tiene en su mente esta frase desde el comienzo de su proyecto.

Arquitectura minimalista

Este tipo de arquitectura ha apostado por cumplir diferentes requisitos para conseguir el proyecto perfecto. Para ello ha impulsado lo simple como un modo de obtener la belleza sin la necesidad de tener que recargar el espacio para conseguir un espacio llamativo. De esta manera consiguen espacios apacibles y tranquilos. Consiguiendo así que estos sean siempre los protagonistas. Para ello la arquitectura minimalista apuesta por dejar de lado cualquier elemento que no sea necesario, no están permitidos los accesorios ni nada que sobrecargue el conjunto. La arquitectura minimalista también apuesta por acabar con la gama de colores amplia, con el exceso de tonos, así prefiere dar impulso a las tonalidades y el contraste entre ellas. Habitualmente se decantan por tonos puros y monocromáticos. Es posible combinar cualquier color, pero es preferible apostar por aquellas tonalidades que tiendan a ser más neutras. En cuanto a materiales aunque se quiera destacar el diseño moderno es posible usar materiales rústicos, es más, se considera un material con muchas posibilidades dentro del minimalismo. En muchas ciudades es posible observar esta tendencia, especialmente en la arquitectura de Madrid.

Otro punto importante de este estilo es la creencia en el concepto funcional, pero no por ello deben tener una presencia excesiva, así este estilo juega con las formas y consigue esconder tras ellas desde electrodomésticos hasta armarios. Todo encaja a la perfección y el diseño se mantiene de forma continúa a lo largo de toda la estancia. Este éxito radica en el uso de las líneas rectas, todo está perfectamente calculado para que ningún detalle quede al azar. Una máquina matemática perfecta. Detrás de esto hay un buen grupo de  arquitectos en Madrid que apuestan por la arquitectura minimalista. Entre los estudios de arquitectura minimalista destaca estudio3 especializado en proyectos personalizados con asesoramiento, orientación y presupuesto.

Las ventajas de este estilo son múltiples, por primera vez limpiar la casa no será una pesadilla. Al apostar por la reducción de elementos decorativos y crear una distribución del hogar basada en líneas rectas aseguran que esta tarea sea más sencilla que nunca. Más espacio y menos trabajo para mantener el orden. El minimalismo asegura conseguir unos grandes resultados reduciendo drásticamente los recursos usados, pero ofreciendo siempre una gran calidad. El minimalismo es el futuro para conseguir un diseño moderno y cómodo.