Predif reivindica la figura del asistente personal, «un profesional desapercibido pero imprescindible» para las personas con discapacidad dependientes

La Plataforma Representativa Estatal de Personas con Discapacidad Física (Predif) alabó este viernes el trabajo de los asistentes personales, «una figura imprescindible» para las personas con discapacidad en situación de dependencia» cuya labor resulta «aún más indispensable» en la actual crisis causada por el coronavirus.

Además de médicos, enfermeros, empleados de supermercados y tiendas de alimentación y «otros profesionales en primera línea contra la pandemia», hay otros trabajadores que «pasan desapercibidos pero que no han cesado de trabajar con las personas que lo necesitan», indicó Predif.

«Son los asistentes personales que dan apoyo a las personas dependientes que tienen que quedarse en casa sin una red familiar que pueda echarles una mano», destacó.

En su opinión, muchas personas con discapacidad y mayores no podrían continuar con sus vidas de forma digna y autónoma sin el apoyo de estos profesionales durante el estado de alarma.

Por ello, la plataforma quiso hoy reivindicar su labor y exigir que se les faciliten los equipos de protección que precisan para trabaajar de forma segura. Según Predif, «la falta de equipos de protección, de medios de transporte y de métodos de diagnóstico están dificultando el trabajo de estos profesionales, que a pesar de los obstáculos continúan al pie del cañón para apoyar a las personas más vulnerables en tiempos de crisis».

Asimismo, reclamó la extensión de esta figura que, aunque contemplada en la Ley de la Dependencia de 2007, apenas se ha desarrollado en España.

TESTIMONIOS

“Sería inviable continuar estos días de confinamiento sin el apoyo de mi asistente”, explica Antonio, usuario de silla de ruedas y beneficiario del servicio de teleasistencia a través de Predif Castilla y León. “No es un capricho, es una necesidad. Si no dispones de una persona que te ayude a realizar las tareas asistenciales, es imposible”, recalcó.

Para las personas con discapacidad intelectual como Ada, un cambio en las rutinas puede suponer un trastorno importante. Según su hermana Reyes, “ella tiene que mantener la normalidad en esta situación anormal que estamos viviendo”.“Además, le tranquiliza mucho continuar con sus costumbres, y sobre todo con su asistente personal habitual, que es una persona de confianza.

Sofía tiene 47 años, vive sola y tiene discapacidad física. A día de hoy, la situación de esta usuaria ha empeorado. Debido a la pandemia de Covid-19, ni puede salir a comprar ni a recoger la medicación necesaria, ya que se encuentra dentro de la población de riesgo. Por ello, actualmente estas tareas las hace su asistente personal, además de prestarle el acompañamiento que ella necesita durante «el encierro».

Sofía disfruta desde enero del servicio de asistencia personal gestionado por Codisa-Predif Andalucía. Su duración es de tres meses, con lo que está prevista su finalización para mediados de abril, sin saber si habrá terminado el estado de alarma, algo que a Sofía le preocupa mucho.

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