Los médicos insisten en que será necesario priorizar pacientes para adecuar los recursos sanitarios por el Covid-19

La Comisión Central de Deontología del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (Cgcom) aseguró este lunes que «es posible que se imponga la necesidad de decidir en qué pacientes se emplean determinadas terapéuticas y en cuales no pueden emplearse debido a la limitación de recursos».

Ante la actual crisis sanitaria, esta Comisión ha realizado un informe en el que recoge consideraciones éticas y deontológicas ante la limitación del acceso a la atención sanitaria a los pacientes.

Como consecuencia de esta limitación que «obliga a los profesionales a tratar con extremo cuidado sus decisiones, y al Gobierno de la nación y a todas las autoridades sanitarias a hacer todos los esfuerzos posibles para habilitar camas de cuidados intensivos dotadas adecuadamente para atender los casos críticos», es por lo que esta organización médica ha elaborado este documento.

El Cgcom también ha pedido la creación de gabinetes de crisis en los centros hospitalarios, de actividad permanente, en los que se integren todas las especialidades médicas implicadas en la atención y prevención de la infección por el Covid-19.

Para disminuir los ingresos en las unidades de cuidados intensivos, los médicos aseguran que deben sincronizarse todos los equipos médicos intervinientes en cada caso y procurar una armonización de todos los profesionales porque el tratamiento temprano de la insuficiencia respiratoria fuera de las unidades de cuidados intensivos puede ser de gran utilidad para el pronóstico del paciente y pudiera prevenir el ingreso en las unidades de cuidados intensivos.

Por ello, «es obligado la coordinación, entendimiento sincero, directo y franco entre los servicios y profesionales de dichas especialidades». A esto añadió que «cuando el SNS no pueda proporcionar la atención necesaria porque las unidades disponibles sean insuficientes y no haya posibilidad real de aumentarlas, el establecimiento de prioridades más que necesario es imprescindible y una obligación ética y deontológica».

De hecho, recordaron que la primera exigencia deontológica de un médico en cualquier situación que requiera asistencia es la atención al paciente que la demanda y necesita, con todas las garantías y medios necesarios a su alcance. Es por tanto imposible obviar los conflictos éticos y profesionales que conlleva limitar los medios asistenciales a un enfermo con una supervivencia nula, o previsiblemente nula, en un corto espacio de tiempo si limita o impide la respuesta a otros enfermos con más probabilidades de supervivencia.

CRISIS SANITARIA

«En situaciones de crisis sanitarias deben utilizarse herramientas y procedimientos asistenciales ya desarrollados para la asistencia sanitaria, como son la consulta del registro de voluntades anticipadas/instrucciones previas, el establecimiento de un nivel de intensidad terapéutica previo al ingreso, así como la correcta y precisa evaluación del riesgo-beneficio (para él o para otros) del ingreso del paciente en la unidad de cuidados intensivos y otros dispositivos asistenciales».

A todo ello, la Comisión Central de Deontología del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos subrayó que cada decisión exige y requiere utilizar la prudencia y la competencia junto con el buen juicio clínico y la capacidad personal para tomar decisiones conformes a la deontología profesional, que no sean contrarias a la ética ni a la legislación vigente y su aplicación al bien general de cada persona enferma. El juicio clínico prudente requiere ser conocedor de todo lo relevante que ocurre, envuelve y siente el paciente.

«La prudencia es una cualidad necesaria siempre y no sólo en el caso en que sea preciso priorizar entre pacientes, sino también, por ejemplo cuando haya que adecuar el esfuerzo terapéutico sobre aquellos cuya expectativa de vida sea muy limitada o nula».

(SERVIMEDIA)