Regalar flores en San Valentín, el regalo clásico

El Día de San Valentín se aproxima, por lo que todas las parejas deben estar pensando en estos momentos que regalarán a sus compañeros o compañeras por esta fecha tan señalada. Hoy en día, es posible realizar una gran variedad de regalos distintos que van desde libros o ilustraciones hasta pequeños aparatos electrónicos. No obstante, hay un regalo que nunca decepciona: las flores. Además, actualmente, es muy sencillo regalar flores a domicilio a través de su compra por internet.

Por qué regalamos flores

El origen del Día de los Enamorados se remonta al siglo III, en pleno Imperio Romano. Una época en la que el emperador Claudio II prohibió el matrimonio entre los soldados, puesto que consideraba que si éstos no tenían lazos familiares serían mejores luchadores en las batallas bélicas. Sin embargo, la orden nunca llegó a cumplirse totalmente, ya que un famoso sacerdote de Roma, San Valentín, siguió oficiando este tipo de enlaces matrimoniales pese a su prohibición.

Con todo, con el paso del tiempo, el rumor llegó hasta los oidos del propio emperador y San Valentín fue encarcelado. En la prisión, el célebre párroco, conocido por su amor hacia los jóvenes, curó la ceguera de la hija de uno de los guardias. Pese al gran milagro, San Valentín fue ejecutado, por orden del emperador, el 14 de febreroTras su muerte, la hija del guardia plantó un almendro de flores rosas como símbolo de la amistad y del amor, como tributo al sacerdote. Por este motivo, cada 14 de febrero, seguimos homenajeando al amor, regalándole un ramo de flores a nuestra pareja.

Por qué no dejamos de regalar flores

Curiosamente, las flores implican de alguna forma sentimientos. Tanto es así que cuando alguien nos regala una flor, habitualmente nos sentimos más conmovidos que cuando se nos entrega otro tipo de obsequio. Las flores transmiten, de este modo, una gran variedad de emociones, siendo capaces de generar distintos sentimientos en función de su color, forma o textura. En cualquier caso, las emociones que se producen son siempre de carácter positivo.

En cuanto al color, se cree que en función de la coloración escogida se transmitirán unos u otros sentimientos. Así, por ejemplo, el color rojo expresa amor, el blanco pureza y el amarillo amistad. Con respecto a las distintas especies, se suele afirmar que la camelia blanca denota hermosura y la roja arrepentimiento. Por su lado, el clavel rojo transmite la intensidad de un amor todavía vivo y el clavel blanco un amor ardiente. En el caso del jazmín, ésta es una flor que refleja una gran sensualidad en el interior de la pareja.

Además, aunque mucha gente pueda considerar que regalar flores es un acto cargado de connotaciones tradicionales, en realidad, hoy por hoy, es posible regalar ramos distintos, con diseños innovadores y especies poco comunes. En este sentido, no importan los gustos o el estilo de cada pareja, porque obsequiar flores, aunque no lo parezca, continúa siendo uno de los detalles más emotivos que alguien puede tener por San Valentín.