Montero: «Daré prioridad a la lucha contra la violencia sexual y la trata»

La nueva ministra de Igualdad, Irene Montero, adelantó este jueves que las primeras medidas que implementará desde su departamento serán «la lucha contra la violencia sexual y contra la trata».

Lo hizo en una entrevista en laSexta en la que enfatizó que «sólo sí es sí» debe ser el principio que rija las relaciones sexuales, «Sólo cuando decimos que sí es que sí, nuestra libertad sexual reside en este contenido». Y sobre ese planteamiento tiene que pivotar la ley contra la violencia sexual, dejar muy claro lo que es violación, garantizar que no haya distinción sobre el abuso y es lo que habría que cambiar en el Código.

También destacó que la sociedad española «está harta de tanto machismo» y atacó las políticas de Vox «que van contra los derechos humanos y niegan que a las mujeres se les mata por ser mujeres» y lamentó que «PP y Ciudadanos se están dejando llevar en este tema por la extrema derecha».

Además, confesó su postura sobre la prostitución «soy abolicionista, aunque sé que algunas compañeras mías no piensan así» y abogó por luchar «de verdad contra la trata», «no con palabras sino con hechos», aunque a continuación reconoció que esta lucha real «es muy difícil».

Se pronunció sobre el ‘pin parental’, que Vox ha logrado imponer en Murcia y que impide a los menores asistir a talleres contra la violencia de género o de información sobre Lgtbi, sin consentimiento de los padres.

«El pin impide a nuestros hijos e hijas acceder a una educación inclusiva. Es un derecho de los niños, no de los padres, está en la Convención de los Derechos del Niño de la ONU. PP y Cs han apostado por los presupuestos y no por la educación inclusiva», resaltó.

Además, confirmó la primera dimisión de su departamento, la de la investigadora y escritora Alba González que había sido nombrada directora general de Igualdad de Trato y Diversidad Étnico-racial y que se ha apartado para que lo sea Rita Bosaho y dar más visivilidad a «colectivos racializados».

No se olvidó tampoco de la conciliación, una misión casi imposible en todos los ámbitos sociales. «No es nada fácil. Buscamos como hacerlo con mucha ayuda, pero estos son los nuevos tiempos. Tenemos que hacer una reflexión de cómo gestionamos el tiempo los hombres y las mujeres» y defendió que sólo haya mujeres en su departamento porque «son muy competentes».

Por último, confesó sentirse muy ilusionada en su papel de ministra, pero sobre todo remarcó que lo que siente es una «gran responsabilidad».

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