La tradición celta de Halloween ha ido evolucionando con el tiempo. Aunque se sigue asociando con la veneración al mundo de los difuntos, las leyendas han salpicado a muchos lugares que por unas u otras razones se han convertido en sitios ‘malditos’, a los que nadie supersticioso visitaría.
3Beelitz-Heilstätte (Berlín)
                                
                            Podría ser el perfecto escenario para una historia de terror. A las afueras de Berlín, este lugar que ocupa 140 hectáreas sirvió -antes de ser abandonado- de sanatorio para pacientes con tuberculosis. La entrada está prohibida, pero son muchos los amantes de las leyendas que desobedecen las indicaciones para pasear por unas instalaciones que aun conservan utensilios y mobiliario de la época.





