La exjefa de Protocolo de la Vicepresidencia, Economía y Hacienda de la Generalitat de Cataluña Anna Teixidó declaró este miércoles como testigo ante el tribunal que juzga el ‘procés’ y aseguró que el 20-S el entonces presidente de la ANC, Jordi Sànchez, se ofreció para acompañar a la letrada de la Administración de Justicia, junto al cantautor Lluis Llach, durante su salida por el pasillo de voluntarios, para que así fuera respaldada por «caras conocidas”. Esta opción fue descartada y, finalmente, salió por la azotea que daba acceso al teatro colindante.
Durante su declaración, Teixidó relató que estuvo en la sede de la Conselleria de Economía el 20-S desde primera hora de la mañana hasta las 2.45. La mayor parte del tiempo, explicó, estuvo en el vestíbulo “en contacto con los agentes de la Guardia Civil que hacían labores de vigilancia, Mossos d’Esquadra de mediación y escoltas” para resolver las cuestiones que pudiesen surgir, ya que como trabajadora conocía el edificio. Así, relató las conversaciones que presenció durante aquellas horas en la sede de Economía, ya que «se hablaba de forma abierta”.
Preguntada por las opciones planteadas para la salida de la comitiva judicial, Teixidó destacó que la voluntad de la ketrada era “entrar y salir con la misma gente”, pero los agentes no se podían ir sin sus vehículos. De esta manera, agregó, “surgió la propuesta de que le acompañasen caras conocidas para facilitar la salida”.
En concreto, subrayó, “Jordi Sànchez ofreció al teniente uniformado la posibilidad de que él podría salir con la letrada y con quienes consideraran que podían salir con él”. En este sentido, continuó, “Lluis Llach estaba en la puerta”, de modo que “él y Lluis Llach podían acompañarla, ya que como eran personas conocidas, así podía salir de forma más respaldada”. Sin embargo, esta propuesta fue descartada.
Finalmente, la letrada salió por la azotea que daba acceso al teatro colindante. “Esta salida me la sugirió un responsable de seguridad del edificio”, apuntó, “valoraron la propuesta, hablaron con el responsable del teatro y lo vieron viable”.
Respecto a las conversaciones sobre la desconvocatoria, la testigo destacó que Jordi Sànchez y Jordi Cuixart consideraron que para desconvocar se tenían que asegurar de que eran “representativos”, ya que “tienen la percepción de que a lo mejor no son referentes para toda la gente que está concentrada”.
Por este motivo, resaltó que ambos “comentan la posibilidad” de que diputados y representantes políticos que estaban en frente de la Conselleria “se sumen” a la petición de desconvocatoria.
En este sentido, reiteró que Cuixart y Sànchez “creían que necesitaban respaldo de otras personas porque creían que iba a ser difícil que tanta gente se marchara”. Estas conversaciones, agregó, se las trasladaron a los responsables de Guardia Civil y mossos.
Durante toda la jornada, relató, estuvo el presidente de la ANC, de hecho, explicó, “trasladó la idea de intentar a través de voluntarios de la ANC hacer un cordón humano de voluntarios para que fuera posible el acceso”. “Me sorprendió que Sànchez estuviera allí e interlocutora”, sin embargo, aclaró, posteriormente “nos explicaron desde mediación de mossos que era normal”.
Asimismo, Teixidó recordó que, a mediodía, “Jordi Sànchez estaba en una conversación cuando se hablaba de los vehículos”. Sobre este episodio, “lo que más recuerdo es que cuando se fue (Jordi Sànchez), fue la primera vez que escuché que había armas en los vehículos. El teniente que iba sin uniforme comento que había armas y que no lo quería decir delante de Jordi Sànchez para que no lo utilizara en su beneficio”, apuntó.
Por último, la testigo explicó que el único momento que salió de la Conselleria fue cuando acompañó al entonces vicepresident de la Generalitat, Oriol Junqueras, a la sede de Hacienda. “Junqueras saludó al detenido, a Salvadó, le dio la mano y le dio ánimos”. Posteriormente, “nos retiramos, tomé un vaso de agua y hable con las secretarias, que estaban un poco nerviosas. Estuvimos cinco o diez minutos”.