Níger garantiza a España su compromiso contra el terrorismo y el tráfico de personas

El presidente de la República de Níger, Issoufou Mahamadou, y el primer ministro, Brigi Rafini, han reafirmado este jueves ante la ministra de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, Arancha González Laya, su compromiso «de seguir luchando contra el terrorismo y las bandas criminales que trafican con personas en el Sahel», al tiempo que han pedido que se mantenga el apoyo internacional en estos ámbitos.

Según la ministra española, Mahamadou ha «agradecido muchísimo los esfuerzos españoles para cooperar con este país para desmantelar redes de trafico de personas» cosa que, ha dicho, «ha contribuido también a reducir la presión de flujos migratorios irregulares a partir de Níger».

González Laya, por su parte, ha dejado claro «el compromiso de España de seguir acompañando los esfuerzos en materia de paz y estabilidad y de formación de las fuerzas de seguridad del país». En su visita a Níger, la ministra ha mantenido un almuerzo de trabajo con representantes de la misión de capacitación civil europea EUCAP-Sahel Níger, que cuenta con dos efectivos españoles (de Policía y Guardia Civil).

También de GAR-SI, el proyecto en el que unidades de la Guardia Civil han formado a gendarmes nigerinos en tácticas antiterroristas utilizadas en su día en la lucha contra ETA. El proyecto de Níger lo lidera actualmente un coronel español. Igualmente, otros cuatro españoles forman parte del Equipo Conjunto de Investigación (ECI) para combatir la criminalidad, unos esfuerzos que, según la ministra española, las autoridades nigerinas «aprecian enormemente».

Según ha relatado la ministra a Europa Press, Níger «ha pedido a España que siga abanderando el Sahel como prioridad», que aumenten los recursos de cooperación al desarrollo, en especial tras la pandemia de Covid, que tendrá «un impacto serio sobre una economía ya frágil» y que se mantengan los esfuerzos internacionales de cooperación de defensa y seguridad, y en concreto las misiones (francesas) Barkhane y Takuba.

González Laya ostenta la presidencia de la Alianza Sahel, una plataforma que aglutina todos los esfuerzos de cooperación en la región, hasta junio de 2021, y se ha propuesto durante este año «aumentar los recursos y sobre todo la atención política de la comunidad internacional a la región».

La Alianza financia más de 800 proyectos con 11.600 millones de euros y hay interés en reforzar la atención a la triple frontera entre Níger, Burkina Faso y Malí, donde la inestabilidad del Malí ha desbordado las fronteras y operan grupos terroristas como Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes (JNIM) y de Estado Islámico en el Gran Sáhara (ISGS).

La violencia ha obligado a huir de sus casas a 1,5 millones de personas y la Oficina de Asuntos Humanitarios de la ONU ha cifrado en casi 11 millones las personas que necesitan ayuda en Malí, Burkina Faso y la región occidental de Níger. Unos 5,5 millones necesitan ayuda alimentaria urgente -de ellos 900.000 en Níger– y hay medio millón de niños con malnutrición. Casi 4.000 escuelas y 150 centros de salud están cerrados en los tres países. OCHA ha estimado para la región unas necesidades de 1.024 millones de dólares, de los que solo se han comprometido 328.

Níger es, a su vez, el país más pobre del mundo, a la cola del Índice de Desarrollo Humano, y la Alianza Sahel quiere cubrir también el flanco del desarrollo económico en unos países donde buena parte del problema es la ausencia del Estado en grandes extensiones de terreno.

El país celebrará elecciones locales y presidenciales antes de final de año, un reto precisamente para consolidar la presencia de la Administración en el territorio. A diferencia de sus homólogos de Costa de Marfil y de Guinea, que buscan optar a un tercer mandato pese a las limitaciones legales, Issofou Mahamadou, presidente desde 2011, se retirará tras las presidenciales cuya primera vuelta está prevista para el 27 de diciembre.