Rivera responde a Casado:»Siguiendo la broma, podría ofrecerle el ministerio de Universidades»

El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, ha visitado ‘El Hormiguero’ para hablar de los asuntos más candentes de la campaña electoral, entre los que ha tenido que hablar de algunos de los asuntos más espinosos de su partido, pero en el que ha habido tiempo para las bromas, incluido el puesto que le ofrecería a Pablo Casado en el Gobierno si fuera presidente. También hubo tiempo hablar de lo personal, pero Pablo Motos «olvidó» preguntarle acerca de su «relación» con Malú.

Preguntado sobre su oferta de formar un gobierno de coalición con el Partido Popular, y la sugerencia del líder del PP, Pablo Casado de entregarle la cartera de exteriores, y no la vicepresidencia, como se esperaría en un pacto así, Rivera optaba  por ironizar con el puesto que le daría al popular: «Siguiendo con la broma le ofrecería el ministerio de Universidades, pero no lo voy a hacer» y continuaba diciendo que España necesita un país estable donde los independentistas no decidany apuntaba que «no tengo miedo al voto», pero lo importante es que pueda haber un cambio. Rivera se ha mostrado convencido de que se puede echar a Sánchez y «prefiero hacerlo desde el centro, como liberal y no conservador y sin mochilas de corrupción, aunque yo me someto al escrutinio de las urnas».

 

Sobre su objetivo de echar a Sánchez del Gobierno, Motos le preguntaba sobre cómo es su relación con el presidente, a lo que Rivera respondía con sutileza diciendo que «la educación está por delante de la discrepancia» y continuaba subrayando que no llegó a la política para «hacer amigos, por lo que estoy dispuesto a hablar con gente que me cae bien, regular o mal. Esto es política y hay que pensar en España (…).  El problema con Sánchez no es personal, es político.

«El otro actor en esta historia sería VOX» le decía en otro momento de la entrevista Motos, y preguntaba si estaría dispuesto a pactar con él», a lo que Rivera respondía diciendo que «Vox tiene ocurrencias que yo no comparto» y se aferró a la idea de que no sería necesario ya que se puede formar un gobierno con PP.

No contento con la respuesta, Motos le daba una vuelta de tuerca y le preguntaba cuál sería su respuesta ante un hipotético escenario donde «casi casi» pudieran gobernar Ciudadanos y PP y necesitaran los votos de la formación de Santiago Abascal, ante lo cual apuntaba «aceptar los votos de alguien que te permita gobernar sí, pero no pactando», y aseguraba que su proyecto no son pistolas en el colegio, ni llamar enfermos a los gays, y apuntaba que su proyecto «no es dar pasos atrás en la historia».

En cuanto a los pocos asuntos espinosos que tuvo que enfrentar Rivera, Motos puso sobre la mesa las polémicas primarias en Castilla y León. Sobre este punto, el líder de la formación naranja explicaba lo sucedido: «No había papeletas, era una votación telemática», y recordó que desde su partido se han llevado a cabo unos 300 procesos de primarias, «hay ganadores, perdedores, gente que recurre… siempre es mejor que voten miles de personas. En mi partido votan los militantes y seguirá siendo así, a pesar de ese tropezón».

Ante la convocatoria electoral y pensando en los electores, Motos le preguntaba sobre qué podría decirle a un conservador para votar a Ciudadanos frente a otros partidos, ante lo que Rivera presentaba las diferencias más significativas a su entender, como el hecho de que el PP quiere como el PSOE repartirse a los jueces, frente a su defensa de que los jueces se elijan entre ellos, «ya no somos rojos, ni azules, tenemos matices».

Otras de las preguntas a las que tuvo que responder Rivera fue las relacionadas con los fichajes más polémicos en las listas con las que concurrirán a los comicios del 28 abril. Entre los nombres más polémicos, Celestino Corbacho, exministro del PSC, que se ha incorporado a la lista del Ayuntamiento de Barcelona. Motos le recordaba que en su día dijo que tenían que «echarle de cualquier empresa».

 

Como no podía ser de otra manera, hubo tiempo para hablar de Cataluña, y Rivera aseguraba que la ve triste y que tiene «amigos independentistas a los que quiero» y aspira a poder volver a darse la mano con la gente «vote a quien vote».

Preguntado sobre qué haría con la televisión catalana TV3, Rivera respondía echando mano de la lógica, que cumpliera la ley y «que con dinero público no se insulte a la mitad de Cataluña y a toda España». Era ahí donde recordaba algunos de los ataques realizados contra algunas personalidades políticas «han llamado puta a Inés Arrimadas, se han mofado de Enric Millo por donar un riñón, nos ha calificado de extrema derecha a todos aquellos que no somos independentistas… TV3 es el NODO del siglo XXI».

Política aparte, Motos quiso preguntar a su invitado por su lado más personal, aunque no le preguntó, ante la sorpresa de la audiencia, por su relación con la cantante Malú. En su lugar, Rivera sí habló de su hija, de la que se mostró orgulloso, y subrayó que le ha explicado que se dedica a hacer leyes y que tratará de educarla en libertad: «Ser padre me ha cambiado la vida. Una conversación con una hija te hace mucho más que numerosas horas de vuelo en política. La quiero mucho».