Los socialistas no capitalizan el «efecto Moncloa» ni la debacle de Podemos

Los socialistas cosechan en Galicia y País Vasco unos resultados electorales similares a los que lograron hace cuatro años, al mantener los 14 diputados en el Parlamento gallego y ganar uno en Euskadi, ya que logró 10.

En Ferraz, según fuentes consultadas por Servimedia, admiten que el resultado es “malo” pero añaden que tampoco eran “altas las expectativas” en ambos territorios, donde la primera fuerza, tanto en Galicia como en País Vasco, están muy asentadas.

La subida del BNG, situándose por delante del PSdeG en Galicia, es una de las malas consecuencias del resultado electoral, pero señalan los socialistas gallegos que era “previsible” ante el momento actual de crisis social tras la pandemia del Covid-19. Como explicación del momento, también recuerdan que éstas eran las primeras elecciones autonómicas de Gonzalo Caballero como líder y candidato a la Xunta.

En País Vasco, donde los socialistas formaban parte del Gobierno de coalición con el PNV que presidía Iñigo Urkullu, no han sacado rentabilidad de esta alianza más allá de adelantar a Podemos-IU. Pero analizan también que no han sabido capitalizar el voto de izquierda con la caída de Podemos pese a que han subido en número de votos, en porcentaje y escaños pese a la fragmentación política del Parlamento vasco.

Los socialistas también destacan que en Galicia y el País Vasco se mantiene la “estabilidad institucional” y que, en el caso de los socialistas vascos, pueden volver a ser los que aporten los apoyos necesarios para que Urkullu forme gobierno.

Insisten fuentes de la dirección socialista en ver estos comicios en clave “autonómica” porque se trata, además, de dos territorios históricos. Destacan también la subida de Bildu y el “imponente” incremento de BNG, dos fuerzas alienadas en clave independentista.

En Ferraz se recordaba el momento diferente de esas elecciones con el de hace cuatro años. Entonces, el PSOE que lideraba Pedro Sánchez tenía 84 diputados en el Congreso y un ambiente interno muy animado, que aumentó tras los resultados de las elecciones vascas y gallegas culminando el 1 de octubre de 2016 con la dimisión del secretario general del PSOE.

Ahora, recuperado por Sánchez el liderazgo del PSOE y al frente del Ejecutivo, los socialistas “salvan los muebles” en ambos territorios con un «ligero» aumento de votantes.

(SERVIMEDIA)