La vida de Teresa Rabal: deudas, enfermedades y secretos familiares

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Desde hace ya varios veranos, Televisión Española tiene una apuesta segura para su parrilla. “Lazos de sangre” no ha defraudado hasta ahora, ni a la cadena ni a la audiencia. En la desolación televisiva que suele caracterizar al verano, este programa sobre las historias de las sagas más conocidas de nuestro país es garantía de emoción y entretenimiento.

Este verano se ha puesto al frente Boris Izaguirre y, en las últimas semanas, “Lazos de sangre” ha abordado las biografías de José Bono, Carmen Sevilla, Sara Montiel o Manolo Escobar. Ayer le tocó el turno al cineasta Francisco Rabal y su mujer la actriz Asunción Balaguer. La pareja vivió una hermosa historia de amor que tuvo que sobreponerse a infinidad de obstáculos. Ambos formaron una pareja perfecta pese a sus diferencias sociales, siendo él hijo de un minero murciano y ella perteneciente a la burguesía catalana.

Aportaron sus testimonios al respecto grandes nombres del cine español: Carmen Maura, Javier Gutiérrez, Emilio Gutiérrez Caba, María Barranco o Pepe Viyuela. Y, lo más relevante, el debate posterior al documental participó Teresa Rabal, la hija mayor del matrimonio, que aportó claves indispensables para acercarse a la realidad de esta mítica familia.

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Adoración por el padre

“¿Qué sientes cada vez que te lo encuentras? ¿Cada vez que lo ves?” le preguntó Boris Izaguirre a Teresa Rabal a propósito de su padre. La invitada no tuvo ningún problema en abrir su corazón en canal. “Cada vez me enamoro más de mi padre”, aseguró, “tengo adoración por él. La tuve desde pequeñita y estoy tremendamente orgullosa de ser hija de quien soy”.

Contó también que siempre fueron una familia unida y muy feliz. “Hemos sido siempre una familia muy normal”, aseguró, “y unidos como explicación del amor por encima de tantas cosas. Es amor por la familia, por tus hijos, ahora por tus nietos, por tus padres y por tu profesión”.

Eso sí, reconoció que aunque “me comunicaba con los dos, me entendí un poco más con mi padre. Éramos igual de carácter y nos comprendíamos perfectamente. Desde muy jovencita si he tenido algún problema, he hablado con mi padre”.

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