Descubren 10.000 cuentas falsas de Instagram utilizadas para inflar estadísticas de publicidad

La compañía de ciberseguridad vpnMentor han descubierto una granja de clics integrada por 10.000 cuentas falsas de Instagram, utilizadas de forma automática para inflar las estadísticas de seguidores y ‘me gusta’ de cuentas de la red social e influir en los ingresos publicitarios.

La granja de clics descubierta por los investigadores Noam Rotem y Ran Locar opera de forma global, pero tiene su base en Kazajistán y Armenia, aprovechando la escasez de regulación en materia de digital que tienen la mayoría de países en vías de desarrollo.

Según ha informado vpnMentor en un comunicado enviado a Europa Press, estas 10.000 cuentas funcionan de forma automatizada, «sin necesidad apenas de intervención humana». Cada una de ellas tiene su propio avatar, biografía, correo electrónico e incluso SMS de verificación, para lo que utilizaron miles de tarjetas SIM locales.

Este grupo de cuentas falsas opera en todo el mundo a través de ‘proxys’ y llevan a cabo interacciones con publicaciones y perfiles de Instagram, aumentando las cifras de seguidores y de ‘me gustas’ de forma ilícita y sin parecen spam.

En esta ocasión, esta campaña se centra en usar las cuentas automatizadas para hacer clic en anuncios de pago, para así modificar las estadísticas orgánicas de la red social.

Las granjas de clics suelen ser contratadas por personas o empresas para inflar sus estadísticas publicitarias y obtener mayores ingresos, y vulneran los términos de uso de redes sociales como Instagram, que prohíben la actividad no orgánica. En ocasiones incluso se pueden llegar a usar para difundir campañas de desinformación y noticias falsas.

«Las granjas de clics y otras formas de fraudes y desinformación campan a sus anchas en Instagram, Facebook y otras redes sociales populares», ha alertado vpnMentor, que ante las dificultades para solucionar este problema de las redes sociales, recomienda una mayor concienciación entre los usuarios sobre este tipo de manipulación.

Los investigadores descubrieron la base de datos el 21 de septiembre, y ese mismo día contactaron con Facebook -empresa a la que pertenece Instagram-, que la cerró un día después.