La guía definitiva para no contagiarte de la Covid-19 en un espacio cerrado

En estos meses nos han quedado claras unas cuantas cosas respecto al covid-19. Una de ellas es que se contagia por el aire, a través de las gotas minúsculas que expelemos al hablar y respirar. De eso se extrae, por pura lógica, que cuanto más ventilado esté un lugar menos posibilidades hay de coger la enfermedad. Es precisamente ese el motivo por el que se aconseja estar sobre todo al aire y evitar los espacios cerrados en los que estemos demasiado juntos con otra gente.

Y podemos evitar estos espacios todo lo que podamos, pero no es tan sencillo. El transporte público, la oficina o lugar de trabajo en caso de que no podamos cumplir desde casa, el supermercado…No es posible evitar totalmente estos espacios cerrados, solamente disminuir la estancia allí todo el tiempo que esté en nuestras manos. Y, además, lo que podemos hacer es tomar una serie de precauciones para reducir al máximo las probabilidades de contagiarnos de covid-19 en espacios interiores.

[nextpage]

Las medidas básicas

Covid-19

Este es el paso número uno que debemos cumplir. Es decir, seguir las medidas de higiene y protección que también utilizamos en la calle y en cualquier otro lado. En este punto estamos más o menos entrenados. Lo primero de todo, mascarilla. Una mascarilla con filtro a ser posible, bien fijada a la cara y, por supuesto, sin dejar la nariz por fuera. Recuerda que llevar la mascarilla sin cubrirse la nariz es exactamente lo mismo que no llevar nada. Un riesgo para ti y para los que te rodean.

El siguiente paso es mantener las distancias de seguridad en la medida en que sea posible. Es decir, una distancia entre personas mínima de 1,5 metros. Y si son dos metros, mejor que mejor. En tercer lugar, seguir a rajatabla las medidas de higiene de manos. Esto pasa por llevar siempre a mano un botecito de gel hidroalcohólico y echárselo cada vez que toquemos algo.

[/nextpage][nextpage]

Ventilar bien

Covid-19

Si corre el aire en la sala en la que estamos se reducen las posibilidades de contagio. Al haber corriente, el aire se renueva y el virus no se queda flotando en el ambiente esperando a entrar en un cuerpo. Una buena ventilación pasa por tener las ventanas abiertas, todas las que se puedan abrir, y también la puerta si es posible. Todos hemos visto imágenes de colegios con alumnos con el abrigo puesto en clase. Todo para dejar las ventanas abiertas y ventilar bien el ambiente.

Si no hay ventanas por lo que fuera, conviene activar los sistemas de climatización. Es aconsejable poner el sistema de aire en marcha por lo menos dos horas antes de la actividad. Es decir: dos horas antes de la clase, de que empiece la jornada laboral o lo que fuera. Y se recomienda asimismo no apagarlo hasta dos horas después de terminar. 

[/nextpage][nextpage]

Amplitud y brevedad

Covid-19

Estas son dos claves que deben guiar todas nuestras actividades en espacios cerrados. Amplitud primero. Cuanto más amplia sea la sala en la que estamos con otra gente, mejor. En un espacio pequeño el aire se carga antes y circula menos, por lo que aumentan de forma significativa las posibilidades de que el bicho esté flotando en el aire. En un recinto grande estaremos más a salvo, siempre y cuando no esté abarrotado hasta los topes.

Y luego está la brevedad. Cuanto más corta sea la duración de una actividad grupal en un espacio cerrado, menor es el riesgo de inhalar las partículas contaminadas de covid-19 que pueda haber en el aire. Esto, por supuesto, no es tan fácil de cumplir como lo anterior. Si una persona tiene que pasarse toda una jornada laboral en la oficina, va a ser difícil que sus estancias en espacios cerrados se reduzcan lo máximo posible.

[/nextpage][nextpage]

Limpiar y desinfectar

Covid-19

Muchas veces esto no está en nuestra mano. No podemos controlar si el supermercado en el que hace la compra desinfecta y limpia a conciencia las estanterías, las puertas, los mangos de las neveras…Solo nos cabe confiar en que lo hagan. Pero si hablamos de nuestro lugar de trabajo, o del lugar al que vamos a clase, sí que podemos asumir esa responsabilidad. Fácil, barato y efectivo.

Basta con llevarse siempre en la mochila o en el bolso un bote de gel hidroalcohólico y unas toallitas. Al llegar y al marcharnos podemos limpiar cuidadosamente la superficie de la mesa y de todos aquellos lugares en los que vayamos a apoyarnos o hayamos tocado. 

[/nextpage][nextpage]

Controlar aforos

Covid-19

Como decíamos antes, por más amplio que sea el lugar cerrado en el que estemos no servirá para nada si estamos apilados con otra gente. Las altas densidades de personas son una lotería para coger el covid-19, y todos los presentes parten con muchas papeletas. Ya desde justo después del confinamiento, cuando volvieron a abrirse los bares y comercios, se insistió mucho en reducir aforos.

Por ese motivo es conveniente no superar en ningún caso los límites impuestos. A más gente en un espacio, más respiraciones, más aire concentrado y, virtualmente, más covid-19. Aunque es difícil establecer un cálculo de estas características, los expertos recomiendan que cada persona en un espacio cerrado pueda disponer de un  mínimo de 12,5 litros de aire nuevo por segundo. 

[/nextpage]