Ya fue duro un confinamiento. Aquellos meses de días idénticos, de impotencia, miedo y resignación. Ahora, con el constante aumento de contagios, no se descarta que debamos enfrentarnos de nuevo a esta situación. De hecho, ya hay localidades que han debido afrontar confinamientos de quince días, como es el caso de las vallisoletas de Íscar y Pedrajas. A esto se le suma el próximo fin de las vacaciones, la vuelta a las grandes ciudades, el inicio del curso escolar y la vuelta al trabajo. Difícil no estresarse con tantos frentes abiertos.
Además, está muy extendida la perspectiva de que será difícil salir a flote después de un segundo confinamiento. Los negocios han aguantado a duras penas el envite de dos meses cerrados, y muchos no podrán asumir un nuevo cierre. Así las cosas, urge tomarse los próximos meses con calma y cuidando nuestra salud mental. Estos son algunos de los consejos que dan los expertos para afrontar con calma la situación.
Tener una rutina
Casi todos coinciden en este punto. Tener un plan de cómo va a ser el día, acostumbrarnos a una mecánica ya estipulada. De este modo, evitaremos tener el tiempo vacío por delante, con la angustia que suele conllevar.
Tampoco es que sea necesario establecer una rutina muy estricta, sin posibilidad de cambiarla o saltarse algún punto. Pero en cualquier, tener un plan general, unas actividades básicas que articulen nuestro día a día.
Lo adecuado sería levantarse por la mañana a una hora razonable, como si no estuviésemos confinados. Evitar quedarse en la cama viendo pasar las horas. Y, por supuesto, vestirse, asearse y mantener la rutina de trabajo, ocio, familia.
Actividad física todos los días
Imprescindible y necesario. Por salud física y mental. Tampoco es preciso matarse a gimnasia hasta quedar reventado. Pero un ejercicio ligero, de entre 20 y 40 minutos diarios, puede ser nuestro mejor aliado si volvemos a vernos encerrados entre cuatro paredes.
En el jardín si tienes esa suerte, en el salón o en tu cuarto. Una sesión diaria de ejercicio nos ayudará a liberar tensiones, generar endorfinas, reducir los niveles de ansiedad y mejorar nuestro descanso.
En Internet podrás encontrar multitud de talleres y clases online de multitud de disciplinas. Seguro que hay alguna que se ajusta a tus gustos y necesidades.
Silencio y relajación
Todos conocemos esta experiencia del anterior confinamiento. Estás en tu casa, sí, pero te pasas el día leyendo noticias, llamando por teléfono, en Instagram o con la tele puesta. Y conviene cortar un poco. Desconectar de verdad y dejar un rato del día para nosotros.
Pueden ser unos minutos de meditación, un baño o un rato de música. Algo que nos haga calmarnos y rebajar la tensión y agitación en la que vivimos inmersos. El ruido nos dispersa, nos estresa y agobia. Si vuelve a tocar confinamiento, es recomendable aislarse de él en la medida de lo posible. No dejar que se apodere de nuestra mente y nos conduzca a la ansiedad.
Es un momento excepcional para aprender técnicas de respiración. La respiración abdominal ayuda a mantener la ansiedad controlada, a centrarnos en nuestro cuerpo y a oxigenar cuerpo y cerebro. Practicarla unos minutos cada tres horas, utilizando unos auriculares con música tranquila, es una rutina muy saludable para no llegar a perder el control.
Orden en las comidas
Somos lo que comemos. La comida condiciona nuestra forma física y también nuestro estado de ánimo. Por eso es importante cuidar siempre la dieta, pero muy especialmente en una situación como es el la del confinamiento. Y no solo en el contenido, sino también en las formas. Esto significa mantener unos horarios de comidas racionales y ordenados.
Los expertos recomiendan no utilizar la comida para afrontar situaciones de preocupación o incertidumbre. En la medida de la posible, hay que evitar dulces, aperitivos y otros alimentos de gratificación inmediata.
Dada la situación, lo ideal es optar por alimentos e ingredientes que tengan un efecto positivo en nuestro estado de ánimo. En esta categoría entran la fruta, los fermentados, los frutos secos, pescados grasos y azules o chocolate negro.
No te aísles
Aunque estemos metidos en casa, gracias a las nuevas tecnologías es posible mantener el contacto con los nuestros. Una llamada de teléfono o una videollamada si la familia o los amigos están lejos. Y si conviven contigo, un rato de conversación es lo ideal.
De esta forma evitaremos abstraernos demasiado en nuestros pensamientos y preocupaciones. Hablar con otros nos airea la cabeza y nos permite descansar de nosotros mismos. Esto es importante siempre, pero muy especialmente cuando debemos pasarnos días y días metidos en casa.
Para evitar este aislamiento es posible recurrir al ocio. Por ejemplo, a todas esas actividades que siempre queremos hacer, pero para las que nunca encontramos tiempo. Un puzle, una partida de cartas, un juego de mesa, una película, manualidades…No son más que excusas para establecer vínculos y disfrutar junto a otro.
