El cáncer que pueden provocarte tus encías si no las cuidas

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Hay veces que ciertas enfermedades nos dan avisos sobre otras más graves. Esto es lo que ha descubierto un estudio realizado en la Harvard TH Chan School of Public Health, Estados Unidos. Este estudio viene a decir que las enfermedades de las encías están íntimamente relacionadas con el cáncer esofágico y gástrico.

La enfermedad de las encías, también conocida como enfermedad periodontal, se divide en dos fases: La gingivitis y la periodontitis. La gingivitis supone la inflamación superficial de la encía y el sangrado de las mismas. Debe tratarse con limpieza profesional e higiene oral ya que si no deriva en la periodontitis. La periodontitis consiste en una inflamación profunda de la encía y el resto de tejidos que sujetan al diente. Puede estar localizado en una zona concreta o en toda la boca y puede suponer la pérdida del diente.

En el estudio del laboratorio estadounidense se ha detectado que el cáncer de esófago y cáncer gástrico ataca más a personas con historial en esas enfermedades y que habían perdido piezas dentales con anterioridad. Es un estudio que ha llevado cerca de una década y casi 150.000 pacientes el llevarlo a cabo.

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Alto porcentaje de riesgo

En el experimento, los investigadores examinaban los antecedentes de la enfermedad periodontal y la pérdida de dientes en más de 98.000 mujeres del Estudio de enfermeras, realizado entre 1992 y 2014 y casi 50.000 hombres del Estudio de seguimiento de profesionales de la salud, llevado a cabo entre 1988 y 2016. Mediante un cuestionario se evaluaban las medidas dentales, el estilo de vida, la dieta y la demografía de los pacientes. El diagnóstico de cáncer autoinformado se realizaba a través de los registros médicos de los pacientes.

Los resultados del estudio son concluyentes y es que entre los 22 y 28 años de seguimiento respectivamente, se dieron 199 casos de cáncer de esófago. Esto quiere decir, que, según la historia periodontal de los pacientes, hay un 43% de riesgo de sufrir un cáncer de esófago si se tiene una de estas enfermedades con respecto a una persona con la boca sana. En cuanto al cáncer gástrico, se detectaron 238 casos, lo que quiere decir, un 52% más de riesgo de sufrir el cáncer si se tiene gingivitis o periodontitis que en un paciente con una dentadura sana.

El riesgo es moderadamente mayor en personas que han tenido pérdida de dos o más piezas dentales. Aquellos que por una enfermedad periodontal han perdido dos o más dientes tienen un 42% y un 33% de más riesgo de sufrir cáncer de esófago y gástrico respectivamente. También la genética juega su papel ya que, en caso de tener antecedentes de enfermedades dentales, el riesgo de sufrir cáncer aumenta un 59%, aunque se tenga una dentadura sana y no se haya tenido ninguna pérdida respecto a la gente que no tiene antecedentes dentales.

La razón de la asociación entre las bacterias orales (microbiota oral) y el cáncer esofágico y gástrico, según los autores del estudio, puede ser debida a la tannerella forsitia y porphyromonas gingivalis, que son miembros del complejo rojo de los patógenos periodontales que se han asociado con la presencia y riesgo de cáncer. Así que el cáncer puede ser causado por estas dos bacterias que se encuentran dentro de la propia enfermedad de la gingivitis y dan ese aspecto enrojecido a las encías enfermas.

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