viernes, 29 marzo 2024 2:19

Marcelo, ¿el más perezoso de la plantilla de Zidane?

Las críticas están lloviendo en el Real Madrid, que pese a estar como todos los clubes en el parón por selecciones, pues continúa inmerso en muchos problemas que se reactivaron con esa dura derrota contra el Valencia, por 4-1. Con grandes irregularidades en su juego, Zidane es uno de los que más «palos» se ha llevado por sus polémicas decisiones con respecto a las alineaciones y esa falta de sentido táctico que demuestra cuando otros entrenadores le saben tomar la medida. Sin embargo, no solo es el francés el que peor parado ha quedado, varios jugadores se han visto en la diana y aunque las críticas se han concentrado en Isco Alarcón, uno de los que más ha caído en desgracia es Marcelo.

El brasileño vive uno de sus peores momentos como madridista, porque a sus continuas suplencias ahora se suma el hecho de que su bajo nivel de forma lo tiene como el centro de todas las críticas blancas, que lo ven como uno de los puntos más débiles de una plantilla que desde hace tiempo necesita una renovación y al ser uno de los hombres de confianza de Zidane, pues continúa recibiendo muchos favores de este; cuando está más que claro que desde hace tiempo dejó de tener nivel para jugar en el Madrid.

Marcelo perdió el hambre por luchar

Marcelo
El brasileño ya sabe que es el suplente de Mendy

Para nadie es un secreto que en la faceta defensiva Marcelo nunca ha sido un prodigio, pero el carioca siempre paleaba esa carencia con un aporte ofensivo impresionante que lo convirtieron durante muchos años en uno de los mejores laterales izquierdos del mundo. Esa velocidad, habilidad técnica, magia con sus movimientos, recorrido por la banda y gran calidad en sus centros lo hicieron eje central para el entrenador francés; no obstante, los años pasan y todas esas características se han perdido y ni él ha querido aceptarlo ni el técnico galo ha querido ver del todo.

Cierto es que Zidane ya decidió hace mucho que Ferland Mendy sería el titular para las grandes citas, pero es que no termina de darse cuenta que el nivel del brasileño no está para ser titular en el equipo blanco. En su afán por protegerlo, el francés le sigue dando minutos; lo malo es que lo hace en partidos que son peligrosos y en todos el Madrid ha palmado de forma estrepitosa. Desde que Zidane volvió al banquillo merengue, el equipo ha perdido en nuevo ocasiones y en todas ha sido titular Marcelo.

Ya Marcelo sabe que no es titular indiscutible y en vez de luchar para cambiar esa situación, se ha dejado ir por completo. Eso ha disminuido su calidad a la hora de salir desde el inicio y su banda se ha convertido en un colador por el que todos los entrenadores rivales saben que tienen que atacar si quieren ganar. Además, el entrenador galo tampoco lo ha ayudado mucho; porque sus rotaciones masivas ocurren en partidos «trampas» y la baja forma física del defensor carioca terminan de completar una combinación que significa derrota para el Real Madrid.

En el gimnasio no se sabe del brasileño

Marcelo Real Madrid
Marcelo no le gusta hacer ejercicios en el gimnasio

Ante esa pérdida de facultades Marcelo no se ha revelado y son varios los medios que destacan que no hace el mínimo esfuerzo por revertir un poco el paso del tiempo, como hacen compañeros un poco mayores que el, por ejemplo Sergio Ramos. El brasileño le huye siempre al gimnasio y cuando está en él son varios los compañeros que comentan que no trabaja con la misma intensidad que otros. Lo que más ha molestado en los últimos días que su aspecto y su aporte en la cancha son muy pobres; mientras hombres como Achraf y, sobre todo, Reguilón se lucen en sus equipos, todo por un capricho de Zidane de darle minutos a sus hombres de confianza.

Por su palmarés y por todo lo que le ha dado al Madrid, Marcelo merece ser recordado como uno de los mejores extranjeros que ha pasado por el club; pero mucho tendrá que cambiar en su aspecto físico si quiere alargar un poco más su estancia en el equipo o tanto él como Zidane deberán entender que su tiempo hace mucho que acabó y que tendrá que dar un paso al costado antes de que sea demasiado tarde.

Artículo anterior
Artículo siguiente