La séptima etapa del Tour de Francia Femenino presentó un recorrido desafiante con cinco puertos de montaña, incluyendo uno de primera categoría. En esta dura jornada, la ciclista belga Justine Ghekiere (AG Insurance-Soudal) logró imponerse en solitario, demostrando su calidad como escaladora.
Ghekiere tuvo un ataque decisivo en el penúltimo ascenso al Col de Saint-Jean-de-Sixt, logrando distanciarse del grupo de fugadas y enfilar el último gran puerto, el Montée de Chinaillon, en solitario. La belga mantuvo un ritmo implacable, aumentando su ventaja y cruzando la meta con tranquilidad, vestida con el maillot blanco de lunares rojos de líder de la montaña.
Una Jornada con Ataques y Movimientos Estratégicos
La etapa se caracterizó por una serie de movimientos tácticos y ataques protagonizados por diferentes corredoras. Puck Pieterse (Fenix-Deceuninck) fue la primera en coronar la primera subida de la jornada, el Col de la Croix de la Serra. Posteriormente, se formó una fuga con hasta seis ciclistas, entre ellas la española Sara Martín (Movistar Team).
Sin embargo, el ataque decisivo de Ghekiere en el Col de Saint-Jean-de-Sixt acabó con la fuga y le permitió tomar el control de la carrera. Katarzyna Niewiadoma (Canyon-Sram) logró mantener el liderato general, conservando su maillot amarillo, aunque con una ventaja reducida de 27 segundos sobre la segunda clasificada, la neerlandesa Puck Pieterse.
Una Etapa Que Definirá el Desenlace Final
La séptima etapa del Tour de Francia Femenino ha sido clave en el desarrollo de la competición. La victoria de Justine Ghekiere, sumada a la buena actuación de Niewiadoma, augura un final emocionante en la última etapa, que se disputará este domingo entre Le Grand-Bornand y el Alpe d’Huez.
Con 149,9 kilómetros y 3.750 metros de desnivel positivo acumulado, la octava y última etapa presentará un recorrido de alta montaña que definirá el desenlace final de esta edición del Tour de Francia Femenino. Todas las corredoras llegarán a esta jornada decisiva con opciones de victoria, lo que promete una batalla épica en las rampas del mítico Alpe d’Huez.