En un campo tradicionalmente dominado por los hombres, las matemáticas en España siguen experimentando una preocupante brecha de género. Según datos recientes, las mujeres solo representan el 12% de las cátedras universitarias en esta disciplina, lo que supone una diferencia de más de 10 puntos porcentuales con respecto al total nacional, donde alcanzan el 22,5% de las cátedras. Lamentablemente, este desequilibrio se extiende a lo largo de toda la carrera académica, con solo el 43% del personal investigador en las universidades públicas siendo mujeres.
La Comisión de Mujeres y Matemáticas de la Real Sociedad Matemática Española (RSME) ha puesto de manifiesto estos inquietantes datos, que reflejan la desigualdad persistente en el ámbito de las ciencias exactas. Más allá de las cifras, las implicaciones de esta situación son profundas y van más allá de la propia academia, pues pueden derivar en sesgos de género en el desarrollo de tecnologías clave, como la inteligencia artificial.
La Brecha de Género en la Carrera Académica Matemática
El desequilibrio de género en las matemáticas españolas se hace evidente a lo largo de toda la carrera académica. En el nivel de grado, los datos muestran que solo el 39,6% de los estudiantes de matemáticas son mujeres, frente a un 60,27% de hombres. Esta tendencia se agrava a medida que se avanza en la carrera, con las mujeres teniendo cada vez menor presencia en los niveles de máster, doctorado y cátedra.
Según fuentes de la RSME, este fenómeno, conocido como el «efecto tijera», se ha visto acentuado por la creciente popularidad de los estudios de matemáticas, un patrón que recuerda a lo ocurrido anteriormente con la informática. En sus inicios, esta disciplina era considerada casi exclusivamente femenina, pero a medida que se fue consolidando, la presencia de los hombres aumentó de manera significativa.
Más allá de los datos, la situación se complica aún más cuando se tiene en cuenta la situación familiar. Un hombre con hijos tiene 4 veces más probabilidades de ser promocionado a catedrático que una mujer en una situación personal y profesional similar, lo que evidencia la persistencia de sesgos de género en el ámbito académico.
El Impacto de la Brecha de Género en las Matemáticas
La infrarrepresentación femenina en las matemáticas españolas tiene consecuencias que van más allá de la propia disciplina. Según la RSME, es fundamental corregir esta situación para evitar sesgos de género en desarrollos tecnológicos clave, como en los algoritmos o la inteligencia artificial.
Asimismo, la disparidad en la solicitud de sexenios, un mecanismo que retribuye la actividad del personal docente e investigador, refleja la desigualdad en el reconocimiento del trabajo realizado por las mujeres. Mientras que solo el 28% de las solicitudes provienen de mujeres, el 72% corresponde a hombres.
Por otro lado, la probabilidad de que un profesor titular sea promocionado a catedrático es 2,5 veces superior a la de una profesora titular en una situación personal, familiar y profesional similar. Esta brecha evidencia la persistencia de obstáculos y sesgos que dificultan el avance de las mujeres en la carrera académica.
En conjunto, estos datos revelan la urgente necesidad de implementar medidas efectivas que aborden la raíz del problema y promuevan una mayor equidad de género en el campo de las matemáticas, tanto en el ámbito educativo como en el profesional. Solo así podremos garantizar que el potencial de las mujeres matemáticas sea plenamente aprovechado y que su contribución al desarrollo de la ciencia y la tecnología esté debidamente reconocida.