La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, ha proclamado que las fuerzas progresistas tienen como reto «ensanchar la democracia» y ha llamado a «elevar la mirada» con políticas volcadas en la gente, con una «mirada poliédrica», y que den esperanza de que se pueden cambiar las cosas.
De esta forma, ha destacado que desde la «esperanza» a la ciudadanía, con un programa basado en la igualdad, podrán volver a gobernar, fijando como ejemplo los proyectos del nuevo presidente chileno, Gabriel Boric, del expresidente brasileño Lula da Silva y el senador colombiano Gustavo Petro, futuros candidatos de izquierda en sus respectivos países.
Durante su intervención en el encuentro «Democracia e Igualdad. Para un nuevo modelo solidario de desarrollo», que se ha celebrado este miércoles en Río de Janeiro (Brasil), Díaz ha proclamado que tanto Petro como Lula volverán a ganar, como ya hizo Boric, porque «no hay idea más revolucionaria que la igualdad».
Sobre todo, ha defendido, ante los «autoritarismos» que muestran un «discurso aparentemente social» pero que es «irreal» como aprecia en España con la «extrema derecha», que además cuestiona el papel de los sindicatos de clase consciente de que su fuerza es motor de «transformación social».
Y en este punto ha señalado que el riesgo de exclusión social es un factor que pone en riesgo la democracia y que deben atajar desde políticas apegadas a la gente.
DERECHOS HUMANOS FRENTE A AUTORITARISMOS
La también ministra de Trabajo ha destacado que las mujeres y hombres progresistas están trabajando en un «mundo diferente» desde muchos lugares y ha ensalzado la figura del expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, que fue un «gran aliado» de las mujeres.
«Era nuestro presidente feminista y lo era de verdad», ha sentenciado Díaz para añadir en este foro su convencimiento de que «más que nunca hay que defender la democracia», ante la «enorme turbulencia» de los actuales tiempos.
De hecho, ha alertado de que la democracia está en «crisis» como se aprecia en la guerra de Ucrania, donde se vulneran los derechos humanos por la invasión «criminal» ordenada por el presidente ruso Vladimir Putin.
Por tanto, el «núcleo de actuación» deben ser los derechos humanos para evitar la «agresión « de autoritarismos o los «populismos de extrema derecha», que penetran por las desafecciones entre la política y la sociedad.
La vicepresidenta ha concluido que la democracia debe resonar en todos los espacios, desde el trabajo hasta las escuelas, y en esa tarea los distintos feminismos son un agente fundamental, dado que las mujeres son un factor de cambio ante el que no es casual la reacción desde posiciones «autoritarias».
De hecho, ha alertado que en España la extrema derecha quiere a las mujeres «atadas» y «codificadas», volviendo así «a lo peor de la historia del país».
También ha aconsejado darle «la vuelta como un calcetín» a la economía para acoger más a los jóvenes y que tenga esa «mirada ambiental», colocando el «valor del trabajo en el centro».
