La masa de aire polar que se ha instalado en la Península dejará en los próximos días temperaturas hasta 10ºC por debajo de lo normal para estas fechas mientras que el área mediterránea se verá afectada por fuertes precipitaciones y tormentas, según ha adelantado el portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), Rubén del Campo.
Así, continuará el ambiente frío, con nevadas en las montañas del norte, debido a «la llegada de vientos del norte que han impulsado hasta España una masa de aire polar que ha hecho descender notablemente las temperaturas». Como ha precisado Del Campo, la masa de aire polar no significa que venga del Polo, sino que «este nombre se otorga la masas de aire procedentes de latitudes muy altas».
«Por ejemplo, el origen de la actual puede estar en el entorno del sur de Groenlandia. Pero a las masas de aire que llegan desde mucho más al norte se las denomina masas de aire ártico», ha detallado.
Por ello, las temperaturas de este miércoles pasado se han situado entre 4 y 7 grados por debajo de lo normal en la mayor parte del Cantábrico e interior peninsular mientras que la nieve ha hecho su aparición en los sistemas montañosos del centro y de la mitad norte peninsular, a partir de 1.200 y 1.400 metros; y en puntos elevados del Pirineo aragonés, por encima de unos 2.000 metros, donde se acumularon alrededor de diez centímetros de nieve nueva.
Además, ha explicado que la madrugada de este jueves «ha sido fría», con heladas intensas en zonas de alta montaña, así como más ligeros en páramos y áreas de la meseta.
En cuanto a las temperaturas, a las seis de la mañana de este 4 de noviembre, se han alcanzado los -8ºC en Dílar (Granada), a 2.800 metros de altitud en Sierra Nevada, valor registrado también Cap de Vaquèira y en Port Ainé, ambos en Lleida, a unos 2.400 metros de altitud. También ha hecho alusión a los -3ºC de Benasque, en la provincia de Huesca.
De cara a los próximos días, el jueves y el viernes persistirá el flujo de vientos del norte que dejará nubosidad abundante y precipitaciones persistentes en el Cantábrico, sobre todo en su franja central, mientras que continuarán las nevadas en las montañas de la mitad norte, sobre todo en la Cordillera Cantábrica. A partir de unos 1.000 a 1.200 metros en el Pirineo también nevará, pero de forma más débil.
El fin de semana continuarán los cielos nubosos en el extremo norte, pero ya con precipitaciones más débiles y las nevadas irán remitiendo mientras que en el resto del país predominarán estos días los cielos poco nubosos o con algunos intervalos de nubes, pero en general sin precipitaciones, salvo en el área mediterránea.
El ambiente frío persistirá hasta el domingo, con temperaturas inferiores a las normales en todo el país. En este punto, Del Campo ha señalado que las temperaturas en zonas del interior pueden llegar a estar entre 5 y 10 grados por debajo de lo habitual para la época del año. Además, habrá heladas en áreas no sólo de montaña, sino también de la meseta y en páramos.
De hecho, Del Campo ha añadido que este fin de semana podrían bajar de los 5 grados bajo cero en estas zonas de páramos, especialmente en el nordeste de Castilla-La Mancha, en el entorno de Molina de Aragón y en puntos de la provincia de Teruel. En cuanto a las temperaturas máximas, también quedarán por debajo de los 15 grados en la mayor parte del interior peninsular y por debajo de los 10 o 12 grados en amplias zonas de la mitad norte.
ESTABILIDAD LA PRÓXIMA SEMANA
A partir del lunes, los termómetros iniciarán un ascenso y la situación tenderá a normalizarse, alcanzando valores más propios de la primera quincena de noviembre. Para la próxima semana, no se esperan precipitaciones significativas, con alguna llovizna en forma débil en el Cantábrico.
En Canarias, predominarán durante el jueves y el viernes los cielos nubosos en Lanzarote, Fuerteventura y vertientes norte y este de las islas de mayor relieve, con algunas lluvias débiles en general. Los vientos alisios se intensificarán a partir del viernes y soplarán con intervalos de fuerte. Las temperaturas bajarán ligeramente aunque no se esperan grandes cambios durante el fin de semana.
Por otro lado, los próximos días estarán marcados por la aparición de una vaguada –un área de bajas presiones cuyo aire frío y la circulación de vientos que se genera en su entorno provoca un aumento de la inestabilidad atmosférica– que se extenderá en niveles medios y altos de la troposfera sobre el este peninsular y el entorno del Mediterráneo Occidental.
«Sus efectos se notarán sobre todo en Baleares, desde este jueves y al menos hasta el domingo, con probabilidad de chubascos localmente fuertes, que se podrán producir también estos días en puntos costeros de Cataluña, de la Comunidad Valenciana de la Región de Murcia y de Andalucía Oriental», ha explicado Del Campo que ha añadido que también pueden producirse chubascos, acompañados localmente de tormenta, en la ciudad de Melilla.
En Baleares, además, habrá un temporal marítimo importante con olas que pueden superar los 4 metros de altura y vientos intensos del norte. De cara al domingo o a comienzos de la próxima semana, a partir de la mencionada vaguada, es probable que se forme una dana y una borrasca en superficie en el Mediterráneo Occidental, cuyos efectos se notarían sobre todo en Baleares y extremo oriental de la Península, de nuevo con chubascos que podrían ser localmente fuertes, sobre todo en Baleares.
¿CICLON MEDITERRÁNEO?
Desde Meteored, el experto Francisco Martín ha alertado de que este fin de semana un intenso ciclón mediterráneo se podría formar al sureste del archipiélago balear, en un proceso de ciclogénesis mediterránea con características tropicales.
Así, a partir del domingo, un intenso ciclón mediterráneo se podría desarrollar en una zona triangulada por Baleares, Sicilia y el norte de Argelia, procedente de una dana. Aunque su centro podría quedar sobre aguas abiertas, los efectos se notarían en zonas terrestres e islas próximas, quizás en Baleares, una situación que dará lugar a un temporal intenso de viento y mala mar en el Mediterráneo occidental.
Previsiblemente, a medida que las tormentas se vayan formando alrededor del centro del ciclón, las zonas intensas del viento en niveles medios y altos de la troposfera se irán apartando del área de desarrollo del ciclón mediterráneo, creando una situación favorable para las características tropicales al menos hasta finales del lunes.
De este modo, un nuevo ciclón (‘medicane’) podría aparecer, si se intensifica y se organiza de forma adecuada. Sería el segundo del año entre octubre y noviembre, después de que ‘Apollo’ se desarrollara en Italia. Estos ciclones mediterráneos son de pequeño tamaño y los modelos numéricos de predicción presentan problemas para saber cuál será su comportamiento a largo-medio plazo, por lo que la incertidumbre de su predicción es muy alta, concluye Meteored.