El 'pacto de silencio' en Ducati: las sombras que ocultan la verdadera recuperación de Marc Márquez

El optimismo de fachada en Borgo Panigale empieza a agrietarse. Mientras Marc Márquez asegura estar listo, la paralización de su renovación y su ausencia en los test de Valencia revelan una realidad mucho más preocupante: el miedo a repetir el calvario de 2020 ante una alarmante pérdida de masa muscular.

En el Mundial de MotoGP, la información es tan valiosa como las milésimas en el cronómetro. Por eso, cuando los rumores sobre el estado físico de Marc Márquez empiezan a sonar con más fuerza que los motores en el taller de Ducati, el entorno del piloto y la propia fábrica italiana han activado un protocolo de protección total. Es un "pacto de silencio" diseñado para no dar pistas a la competencia, pero las grietas en el discurso oficial ya son imposibles de disimular.

La parálisis de la renovación Hace apenas unos días, el '93' intentaba apagar el incendio con una sonrisa, asegurando que su recuperación marchaba sobre ruedas y que renovar con el Ducati Lenovo Team era un trámite que se resolvería pronto. Sin embargo, Claudio Domenicali, CEO de la marca, ha dado un golpe de realidad que ha dejado a muchos descolocados. La ampliación del contrato no solo no está lista, sino que está oficialmente paralizada hasta marzo.

Marc Márquez sigue sin estar listo

Ducati ha decidido esperar. Quieren ver los hechos antes que las palabras. La prioridad absoluta es que el vigente campeón defienda su título sin distracciones, pero sobre todo, con plenas garantías físicas. Que la firma se posponga hasta el inicio de la temporada 2026 de MotoGP es el síntoma más claro de que en Borgo Panigale no están tan seguros de la salud de su estrella como quieren aparentar.

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El 'pacto de silencio' en Ducati: las sombras que ocultan la verdadera recuperación de Marc Márquez Fuente: MotoGP
Marc Márquez en 2025 Fuente: MotoGP

El fantasma de 2020 La gran señal de alarma saltó en el Circuito de Cheste. Se esperaba que Marc se subiera a la nueva Desmosedici GP26 para los primeros test de pretemporada, pero el box del campeón permaneció cerrado. Mientras Francesco Bagnaia y su hermano Àlex Márquez acumulaban kilómetros y datos, Marc seguía en el dique seco.

Este vacío ha despertado los peores miedos en el paddock. En la memoria de todos está lo ocurrido en 2020, cuando un regreso precipitado tras una lesión de húmero acabó desembocando en cuatro años de calvario quirúrgico. Ducati no quiere ser cómplice de un error similar. La orden de Gigi Dall’Igna y Davide Tardozzi es clara: paciencia extrema. Sin embargo, esa paciencia tiene un coste: llegar al inicio del mundial sin haber domado la nueva moto es un hándicap que incluso un talento como el de Cervera podría sufrir.

El problema de la musculatura

Más allá de la curación ósea o articular, el verdadero enemigo de Márquez hoy es el tiempo y la fisiología. Tras meses de inmovilidad, la atrofia muscular ha hecho mella en el brazo del campeón. Pilotar una MotoGP no es solo cuestión de talento, es un ejercicio de fuerza bruta y resistencia extrema. La pérdida de masa muscular es un contratiempo que no se soluciona con una operación, sino con meses de entrenamiento que Marc, simplemente, no tiene.

La pregunta que resuena en las oficinas de Bolonia es si Marc Márquez podrá recuperar el tono competitivo antes de la primera carrera, en Tailandia, el 27 de febrero. El plan actual es que vuelva a pista esta misma semana, pero de manera testimonial: rodar para recuperar sensaciones, sin buscar tiempos y, sobre todo, sin forzar una musculatura que todavía está "entre algodones".

Un invierno de incertidumbre El riesgo de que no llegue al 100% a los test de febrero es real. Marc Márquez se enfrenta a su invierno más difícil, no por falta de velocidad, sino por la fragilidad de un cuerpo que le pide tregua mientras su mente le exige ganar. Ducati, mientras tanto, observa desde la barrera, escondiendo sus dudas tras un muro de comunicados asépticos. Pero en MotoGP, los secretos duran lo que tarda en apagarse el semáforo. Y en marzo, ya no habrá pacto de silencio que valga: la pista dirá la verdad que hoy todos intentan ocultar.

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