El "renacimiento" de Rodrygo: el as bajo la manga de Xabi Alonso para 2026

Tras un inicio de curso sombrío, el brasileño acepta el reto de la banda derecha y se convierte en el factor diferencial de un Real Madrid que recupera su mejor versión ofensiva antes del parón navideño.

El Real Madrid ha cerrado el año 2025 con una victoria balsámica ante el Sevilla, un triunfo que no solo suma tres puntos en el casillero, sino que otorga una tregua necesaria a un proyecto que venía siendo cuestionado. Aunque el juego colectivo de Xabi Alonso aún busca esa solidez académica que el tolosarra predica, el Santiago Bernabéu se marchó a las vacaciones de Navidad con una certeza renovada: Rodrygo Goes ha vuelto. Y lo ha hecho dando un giro radical a una narrativa que, hace apenas dos meses, apuntaba hacia un final agridulce en Chamartín.

El túnel personal de Rodygo y el regreso al origen

Para entender el valor del momento actual de Rodrygo, es necesario mirar hacia atrás, hacia el rincón oscuro del que ha logrado salir. El propio jugador, en una reciente y sincera entrevista, confesaba haber atravesado un bache emocional y físico que le mantuvo aislado.

"Nadie sabía lo que estaba pasando", admitía. Esa vulnerabilidad se tradujo en una pérdida de protagonismo sobre el césped. Xabi Alonso, en un intento de priorizar la salud mental del futbolista, lo dosificó en exceso, dejándolo fuera de las grandes citas ligueras y continentales.

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El "renacimiento" de Rodrygo: el as bajo la manga de Xabi Alonso para 2026 Fuente: Agencias
Rodygo Goes celebra un gol con el Real Madrid Fuente: Agencias

Sin embargo, el fútbol, caprichoso y cíclico, le tenía reservada una reválida en el escenario más imponente: el Etihad Stadium. Ante el Manchester City, Rodrygo no solo rompió una sequía goleadora que se arrastraba desde marzo, sino que recuperó la chispa. Fue el partido que cambió la percepción de Xabi y, curiosamente, la del propio Pep Guardiola, quien no dudó en deshacerse en elogios hacia el brasileño: "Este chico es de otro nivel".

La derecha: de "exilio" a tierra de oportunidades

El gran dilema de Rodrygo Goes siempre ha sido su ubicación. Con Vinicius adueñado de la banda izquierda y Kylian Mbappé ocupando el eje del ataque (o permutando con el "7"), el espacio para Rodrygo parecía reducirse al ostracismo o a la banda derecha, una zona que el jugador siempre consideró un territorio de sacrificio más que de disfrute.

Pero el giro radical no ha sido solo futbolístico, sino de mentalidad. Tras la tensión generada por el último Clásico y el estatus de intocable de Vinicius, Rodrygo ha comprendido que su camino hacia la titularidad pasa por la derecha. Lo que antes veía como un exilio, hoy lo maneja como su jardín particular. Su actuación ante el Sevilla fue la prueba definitiva: aunque Bellingham se llevó el MVP oficial, Rodrygo fue el motor. Asistió al inglés en el primer gol y provocó el penalti del segundo. Su capacidad para asociarse en espacios reducidos y su inteligencia táctica han convencido a Xabi Alonso de que el equilibrio del equipo depende de su presencia.

La bendición de Xabi Alonso a Rodrygo y el legado de Ancelotti

"Tenemos que llegar a él... por la derecha o por donde sea", afirmaba Xabi Alonso en rueda de prensa, visiblemente satisfecho. El técnico tolosarra, que al principio mantenía una distancia profesional casi fría con el brasileño, se ha rendido a la evidencia de su rendimiento. Xabi valora especialmente que, a pesar de los meses de suplencia, Rodrygo nunca levantó la voz ni empañó el clima del vestuario.

En este proceso de recuperación, el papel de Carlo Ancelotti ha sido fundamental. El italiano, ahora seleccionador de Brasil, ejerció de figura paterna cuando más arreciaban las críticas en Madrid. Ancelotti supo ver a la persona antes que al futbolista, dándole el espacio necesario para sanar su mente. Esa gestión humana está dando sus frutos ahora, tanto en el club blanco como en la Canarinha, donde "Carletto" le ha devuelto la titularidad absoluta en los últimos amistosos internacionales.

Un 2026 en el horizonte

Rodrygo vuela ahora hacia Brasil para disfrutar de las vacaciones con la satisfacción del deber cumplido. Se va como el jugador más en forma del ataque madridista, habiendo acumulado casi 300 minutos de calidad en los últimos cuatro encuentros. El debate en el Real Madrid ya no es si Rodrygo debe jugar, sino a quién debe desplazar Xabi para hacerle sitio de forma permanente.

Con cuatro títulos en juego con el club y el Mundial de 2026 a la vuelta de la esquina bajo la tutela de su mentor Ancelotti, el brasileño ha transformado un año que parecía perdido en el prólogo de su consagración definitiva. Rodrygo ha vuelto a la derecha, pero su fútbol ya no entiende de fronteras.

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