Madrid ha dejado de ser una opción moderada dentro del mapa europeo del coste de la vida. Según el Working Abroad Index 2025 elaborado por el neobanco bunq, la capital española se ha consolidado como la segunda ciudad más cara del sur del continente, solo superada por Lisboa.
Sus 1.680 euros de coste mensual medio sitúan a la ciudad por encima de otras capitales mediterráneas como Roma, La Valeta, Atenas o Nicosia, que hasta hace poco mantenían niveles similares o incluso superiores. Eso sí: si bien vida en el sur de Europa se encarece, su peso relativo sigue siendo muy inferior al de las grandes urbes del norte.
A pesar de que formar parte del grupo de ciudades mediterráneas más caras pueda dar la impresión de una pérdida de competitividad, el propio informe matiza el contexto. Incluso siendo la segunda capital más costosa de su entorno, Madrid se mantiene muy lejos de los precios del norte de Europa, donde el coste mensual supera con holgura los 2.600 euros en ciudades como Ámsterdam o Dublín. La distancia, que en algunos casos al 60 %, continúa actuando como un factor de atracción para profesionales internacionales y trabajadores en remoto que buscan un punto de equilibrio entre calidad de vida, dinamismo urbano y un coste asumible.
El encarecimiento generalizado que vive Europa no se ha distribuido de manera uniforme. El análisis subraya que, mientras el sur ha experimentado incrementos moderados, en algunos países del norte los precios han avanzado de forma más brusca.
Lisboa, que encabeza la clasificación mediterránea, registró una subida del 3,3 %, situándose justo por encima de la media europea; Roma, por su parte, alcanzó un incremento del 10 %, y Sofía se disparó hasta un 12,4 %. El comportamiento desigual evidencia una brecha que permanece estable a pesar de las oscilaciones coyunturales, aunque el sur no está exento de tensiones inflacionistas.
Madrid es cara, pero no se encarece tanto
En el caso de Madrid, el informe añade un matiz relevante: la ciudad no solo ha contenido la presión inflacionista, sino que ha logrado revertir la tendencia alcista que dominó 2024. Tras un año anterior marcado por un aumento del 25 % en el coste de vida —una de las subidas más pronunciadas de la última década—, la capital española ha conseguido estabilizar sus precios en 2025 con una ligera caída del 0,5 %. Este retroceso, aunque modesto, la convierte en una de las pocas capitales europeas que han logrado frenar la escalada.
El detalle por categorías ilustra de forma más precisa este cambio de tendencia. El alquiler de un apartamento de un dormitorio ha descendido un 4,5 %, mientras que los espacios de coworking —uno de los indicadores más relevantes en el ecosistema del trabajo en remoto— han experimentado una caída del 12,1 %, pasando de 173 a 152 euros mensuales, lo que permite cierto alivio para quienes buscan asentarse en la capital con un presupuesto ajustado o para quienes desean prolongar su estancia.
En este sentido, Lisboa y Madrid se mantienen entre las más competitivas de Europa occidental para trabajadores móviles que valoran el equilibrio entre coste y bienestar. El propio estudio señala que España refuerza su atractivo internacional precisamente en un momento en el que el encarecimiento afecta con especial intensidad a otras regiones europeas.
España, un país atractivo a nivel profesional para extranjeros
A nivel demográfico, en julio de 2025 España alcanzó los 7,05 millones de residentes extranjeros, un 14,3 % de la población total. El dato confirma la tendencia de que el país que se ha convertido en una opción sólida para jóvenes profesionales que buscan una base estable desde la que vivir y trabajar. Evidentemente, la capital absorbe una parte significativa de este flujo.
En julio de 2025 España alcanzó los 7,05 millones de residentes extranjeros, un 14,3 % de la población total
A ello se suma el prestigio internacional ganado en términos de calidad de vida. El informe Expat Insider 2025 vuelve a situar a España como líder mundial en esta categoría por cuarto año consecutivo. Este reconocimiento, que valora aspectos como el clima, los servicios, la seguridad, el ocio y el bienestar general, actúa como un reforzador de las decisiones de quienes optan por establecerse en el país a largo plazo.
Para determinar los costes mensuales, el estudio ha considerado los precios del alquiler, de la cesta de la compra y de los suministros básicos —electricidad, calefacción, agua, internet fijo y móvil— a partir de la base de datos Numbeo para 2024 y 2025. También incorpora los precios de transporte público y de oficinas privadas y compartidas a partir de plataformas como Regus y SpaceWorks. En total, se han estudiado 27 capitales de la Unión Europea, además de Londres, lo que nos ayuda a disponer de un retrato amplio de las dinámicas de coste de vida en el continente.
