El Manchester United no tiene claro que el Barça vaya a ejecutar, finalmente, la opción de compra que ambos clubes pactaron en la cesión de Marcus Rashford. Aunque la etapa del inglés en el Camp Nou ha sido descrita como "convincente" por fuentes cercanas a la directiva azulgrana, en Old Trafford existe una profunda desconfianza sobre si la delicada situación económica que atraviesa la entidad catalana permitirá realizar el desembolso de 30 millones de euros necesarios para retener al delantero de 28 años.
La cúpula deportiva del club, con Joan Laporta y Deco a la cabeza, parece tener la mente puesta en otras prioridades. El dinero disponible estaría reservado, en primera instancia, para la llegada de un central de primer nivel que solvente los problemas defensivos de la plantilla y, sobre todo, para la incorporación de un nuevo ariete que asegure la transición en el ataque a medio plazo. Esto relega la continuidad del '14' a un segundo plano.
La demarcación de extremo ya se considera bien cubierta. Rashford, a pesar de sus destellos, no deja de ser un suplente de lujo para Raphinha Dias, de quien se espera que recupere su mejor nivel tras la lesión que lo ha mantenido apartado. Además, el Barça maneja con cautela, pero con gran interés, la progresión de Jan Virgili. La joya de la cantera, que ha logrado destacar con creces en las filas del RCD Mallorca, podría ser firmado por apenas 10 millones, una cifra mucho más asumible y que encaja mejor en la filosofía de la dirección deportiva.
Marcus Rashford no quiere volver al Manchester United
Este escenario casi obliga al astro inglés a regresar a Old Trafford, un destino que no desea. El club ya le ha comunicado que no entra en los planes del técnico luso Rubén Amorim, quien busca un perfil de atacante diferente y de mayor disciplina.
El ex del Aston Villa tampoco parece tener intención alguna de revivir su etapa en los ‘red devils’. Su salida fue turbulenta, marcada por un apartamiento por indisciplina y acusaciones directas de ser un futbolista "poco profesional" y "falto de compromiso". El éxito parcial de Rashford en el Camp Nou le ha servido de escaparate y le ha devuelto a la agenda de varios clubes importantes.
Y uno de sus admiradores de la vieja guardia, que lo vuelve a tener en el punto de mira, es el poderoso Paris Saint-Germain.
Si bien se ha especulado con un interés de otros pesos pesados de la Premier League como el Chelsea o el Arsenal, el United es partidario de vender a Rashford a un equipo extranjero. El objetivo es claro: evitar a toda costa reforzar a un rival directo en la competición doméstica y que su posible éxito se vuelva en su contra.
La tentación del PSG y un intercambio con futuro
Es aquí donde el club de la capital francesa entra en acción con una propuesta atractiva. Tal como han asegurado desde el prestigioso rotativo ‘L’Équipe’, en Francia han tanteado la posibilidad de cerrar un intercambio estratégico entre ambas entidades.
La operación planteada es simple: Marcus Rashford acabaría en el Parque de los Príncipes, y a cambio, sería el prometedor extremo Bradley Barcola quien haría el camino inverso, aterrizando en Mánchester.
Bradley Barcola, un diamante con menos brillo
Barcola, de solo 23 años, fue una de las grandes apuestas ofensivas del PSG. No obstante, ha visto cómo su rol se ha reducido significativamente. Desde la llegada de fichajes importantes como Khvicha Kvaratskhelia y Desiré Doué, el joven talento francés ha pasado de promesa a suplente en los sistemas de Luis Enrique.
Esta falta de minutos y protagonismo podría ser el factor decisivo para que el jugador aceptase un traslado a las islas en busca de mayor continuidad. El United vería en Barcola un extremo con un potencial de revalorización tremendo y que se ajusta a la filosofía de Amorim.
El PSG exige una compensación adicional
No obstante, el acuerdo no sería un simple "cromos por cromos". El PSG, consciente del potencial y la diferencia de edad (casi cinco años más joven) de su jugador, considera que el valor de mercado de Bradley Barcola es superior al de Rashford en el panorama actual. Por ello, exigiría al Manchester United una compensación económica significativa que iría aparte de recibir los servicios del actual futbolista del Barça.
De momento, la situación queda en stand-by a la espera de un movimiento definitivo. Será crucial conocer los planes que Laporta y Deco tienen finalmente para el futuro del futbolista británico, ya que su decisión será la que active, o desactive, este complejo trueque europeo.
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